[Contacto en Corea] Manejamos en las calles de Seúl el flamante Kia EV9

Anduvimos más de 100 kilómetros por la enorme metrópolis asiática, para comprobar antes que todos en Chile cómo es la nueva arma familiar de tres filas de asientos que estará en noviembre en el país.

por José Ignacio Gutiérrez
Kia EV9

En Kia nadie lo oculta. Son muchas las esperanzas que la marca deposita en el buque insignia EV9, su primer SUV eléctrico de tres filas de asientos, presentado en marzo pasado que -como gran tarea- está llamado a ser el sucesor natural de otro hit global: el Telluride, que no se conoció en Chile (por ello, el EV9 se produce en Corea y pronto se sumará Estados Unidos). Este mastodonte de 5.01 metros, en cambio, sí va a decir presente en los concesionarios locales, convirtiéndose en el segundo modelo de la firma montado sobre la arquitectura E-GMP que timbra boletos al país, por detrás del EV6. En las calles de Seúl pudimos conducirlo en exclusiva para Chile como para ir tomándole un poco el pulso y también para, en paralelo, saber cómo es desplazarse en el cuarto polo urbano y económico más grande del mundo (por detrás de Tokio, Nueva York y Los Ángeles).

Kia EV9

La ruta de prueba parecía sencilla en el papel. Contemplaba desde Yeoju, a las afueras de la capital (escenario del EV Day 2023), hasta el hotel ubicado en pleno centro de la ciudad, ello con una parada obligada en el café Gangida, a orillas del río Han. Es un trayecto semi urbano de 95 kilómetros que tomó cerca de dos horas y cuarto.

Antes de arrancar junto con mis colegas César Arboleda y José Luis Yzusqui, de Colombia (Autos de Primera) y Perú (El Mundo del Automóvil), respectivamente, me dispongo a fijar el café en Google Maps. Enlazo mi teléfono y es entonces cuando asoma el primer problema: si bien el lugar aparece en el mapa, la ruta solo está disponible en transporte público. Intento con Waze, pero aquí ni siquiera está el check point. No todo está perdido: trato en Mapas, la alternativa nativa de iOS y… ¡bingo! Luego alguien de la producción me explicaría que Google Maps no funciona en Corea, debido a temas de seguridad nacional, y que la app que aquí todos usan es Kakao, un desarrollo local (incluso el gigante estadounidense está impedido de almacenar datos para sacarlos fuera de Corea).

Kia EV9

El único problema es que Mapas de iOS no entregaba información relativa al tráfico, algo crucial en una metrópolis de la talla de Seúl. Como todos los EV9, nuestra unidad contaba con tres pantallas en una sola tira: el panel de 12.3″, una en el medio de 5″ para controlar la climatización y la central de infoentretención, nuevamente de 12.3″.

A lo importante: nuestro Kia EV9 es uno negro de corte GT-Line, con vidrios tinteados y unas vistosas llantas bitono de 21 pulgadas. Se trata de la versión bimotor de 380 caballos y 600 Nm de par, que puede recorrer unos 450 kilómetros con una sola carga. Corea del Sur se convertía así en el 11° país extranjero donde me toca conducir en la calle (y el primero de Asia). Debo reconocer que estaba ansioso por experimentar al volante del EV9 en esta metrópolis de 27 millones de habitantes.

Las primeras sensaciones que tuve a los mandos del Kia EV9 fueron muy reconfortantes. Por supuesto que aquí la posición de manejo resulta muy fácil de hallar, no solo porque la columna de dirección es de ajuste eléctrico, sino porque la butaca también cuenta con botones para moverse en todas las direcciones. El asiento tiene función de masajes, la que aprovecho para conseguir el relajo justo que se requiere para aventurarse en la tarea de manejar en la vía pública en un país desconocido (siempre toma un tiempo acostumbrarse a las señaléticas y al estilo de conducción del resto).

Kia EV9

A unos dos kilómetros de salir de Yeouju, el mapa de Apple nos conduce por una autopista medianamente transitada. El sol pega del lado izquierdo y es aquí donde puedo probar por primera vez el control crucero adaptativo, como para ir delegando en parte la función de manejo en la serie de radares y cámaras con la que está equipado el Kia EV9. Bastan pocos metros para comprobar que la ‘inteligencia’ de este SUV EV –producido en Gwangmyeong y diseñado por el ingeniero líbano-canadiense Karim Habib– está muy bien aceitada: al intentar un sobrepaso puse correctamente el señalizador e inicié lentamente la maniobra. Evidentemente desconocía que venía un puente de cerca de un kilómetro y que las líneas centrales cambiaban inmediatamente a continuas. No tuve que hacer más, ya que el vehículo me devolvió sin titubeos a mi carril. «En la próxima sección de líneas discontinuas tendrás nuevamente la oportunidad«, sentí que alguien dijo en un español no nativo.

El EV9 no tiene una palanca o rueda en la consola central que sirva para moverse entre marchas. En su lugar, cuenta con una práctica varilla en la columna de dirección.

Mientras más andábamos, más me sorprendía de ciertas cosas: la primera, es que en Corea casi el 90% de los autos, camiones y buses que se ven en la calle son producidos en este país (de las marcas Genesis, Hyundai, Kia, SsangYong y Samsung) y, en los autos, el sedán sigue siendo enormemente popular. Y lo segundo, es el nivel de buenos conductores que se comprueba en todo minuto. Y eso que por su tamaño Seúl está lejos de ser perfecta: los tacos son recurrentes, pero aquí nadie osaría hacer un cambio intempestivo de carril para ganar 15 segundos, menos apurar para pasar un semáforo al filo entre el amarillo y el rojo. En las vías de dos carriles se aplica la fórmula que en Chile pocos ponen en práctica: los autos van siempre por la derecha, a menos que estén adelantando. Y funciona, porque aunque el tráfico es denso el andar no se detiene.

Salimos de la autopista y luego de andar un tramo que casi parece un laberinto muy angosto y en bajada, llegamos al Gangida. Aquí vamos a comer y refrescarnos. La gracia de esta parada es que podemos mirar el río Han desde un bonito muelle de madera. Este curso fluvial es el que da el apodo del que los coreanos más orgullosos se sienten: ‘el Milagro del río Han’, una denominación que obedece al frenético crecimiento de Corea del Sur experimentado después de 1953, desde el término de la Guerra de Corea, y que permitió a este país pasar en 70 años desde ser una economía pobre y basada en la agricultura, a convertirse una de las mayores potencias globales, integrante del G20 y cuyo PIB es el 11º más grande en el mundo (en términos nominales).

Después de esta única parada todos cambiamos de lugar. Dejo mi puesto de conductor y lo cedo a César Arboleda. José Luis Yzusqui, por su parte, pasa a ser el copiloto. Sentado atrás compruebo algo que ya más o menos preveía: la comodidad de la segunda fila de asientos es a toda prueba. El Kia EV9 tiene un piso plano muy práctico, cuenta con sombrillas manuales para mantener a raya al sol, un apoyabrazos central y una uñeta para fijar el respaldo en la posición más cómoda que se quiera, que en mi caso va siempre entre los 100 y 120º. Como mi celular sigue siendo la guía camino al hotel, lo enchufo en la toma USB-C que está en el costado del respaldo del acompañante. Aunque todo aquí atrás parece ser una invitación al relajo, no me dejo encantar y prefiero mantenerme atento al camino: tres cabezas piensan mejor que una y seis ojos ven más que dos. Y es que lo dicho, el tráfico se vuelve más denso a medida que vamos entrando en la enorme Seúl.

Luego de más de una hora de este segundo trayecto en el que cayó la noche, llegamos al hotel con la misión cumplida. Devolvemos intacto nuestro Kia EV9 a producción. Apenas hay tiempo para una ducha y luego bajar a la cena. Fin del día. El jueves al terminar el desayuno se me acerca James, la persona de la organización que está encargada de «los sudamericanos«. Me pregunta casi en secreto: ‘Hey, José, ¿cómo hicieron anoche para llegar al hotel?‘. Le digo que fue más o menos sencillo, porque encontré que en Mapas de iOS aparecía la ruta. ‘Wow‘, me responde. Agrega que somos muy buenos conductores, porque la idea era que siguiéramos una caravana de la que, curiosamente, nosotros nunca nos enteramos. En realidad él nunca nos dijo… pero bueno, ahí quedó el tema, porque a él nadie lo recriminó por no informarnos, ni nosotros tampoco -para su suerte- cometimos el más mínimo error.

Al menos esta prueba en octubre en Corea terminó muy bien, como se supone que también tendrá que finalizar la que Kia tiene pactada en noviembre en Chile, cuando organice un masivo test en lo que será el destape regional de su nuevo buque insignia; que, se espera, tire con fuerza la electrificación de la marca. Y es que ya se dijo al inicio de esta toma de contacto: son muchas las esperanzas que están depositadas en el EV9. En Kia ya nadie lo oculta

¿Qué te parece hasta el minuto este nuevo Kia EV9 que muy pronto dirá presente en el país? ¡Coméntanos!

Actualización del 13 de noviembre de 2023:

Kia estrena su nuevo EV9 en un gran evento en el desierto de Atacama

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