El máximo regente de Alfa Romeo, el francés Jean-Philippe Imparato, instó a los políticos europeos a enfocarse en proteger los empleos de la industria automotriz, en lugar de fijarse en el nombre de los autos. Todo esto, tras la polémica suscitada entre la firma del Biscione y las autoridades italianas por el ex ‘Milano’, el familiar subcompacto presentado el 10 de abril y que encontró férrea resistencia en el Ministerio de Industria de Italia. ¿El motivo? Pese a su nombre inspirado en la ciudad lombarda, el modelo se producirá fuera de la península.
El auto fue finalmente renombrado Junior cinco días después, justamente luego de que Adolfo Urso, integrante del gabinete del gobierno italiano, dijera que «un auto llamado Milano no puede ser producido en Polonia. Esto está prohibido por ley«. El SUB-B está programado para producirse en Tychy, Polonia.
En declaraciones al medio inglés Autocar, Imparato dijo que la decisión del cambio de nombre fue tomada pese a que -según él- no se violaba la ley, pero que de todos modos se quiso evitar una polémica de corte político. «Cuando se me dijo que el nombre estaba prohibido, dije ‘calmemonos. No estoy aquí para jugar a la política, sino solo para hacer a Alfa Romeo una marca sustentable de cara al futuro‘». El galo enfatizó en algo no menos cierto: que el nombre Milano había sido revelado hacía meses (ver nota) y que el hecho de que se fabricara en Polonia era de público conocimiento, porque compartirá línea de montaje con el Jeep Avenger y el Fiat 600e, modelos con los cuales tiene la misma plataforma.
Por último, el directivo de Alfa Romeo hizo notar que cuando Stellantis tomó control de la firma, en enero de 2021, esta perdía «cientos de millones de euros«, pero que ahora es una compañía rentable que está ad portas de presentar las próximas generaciones del Stelvio y el Giulia, para 2025 y 2026, respectivamente, que serán producidas íntegramente en Italia.
Artillería pesada del líder de Alfa Romeo
Imparato sugirió que los políticos europeos deberían centrarse más en la creciente amenaza de los fabricantes chinos que están expandiendo su producción a Europa, lo que, según él, representa el riesgo central para Stellantis y la industria automovilística europea. «Cuando ves a MG lanzar un auto con un precio de € 16 mil en España, estoy seguro de que están perdiendo dinero, pero están al mismo tiempo llenos de efectivo«, dijo.
«Hay dos categorías de tipos: los que entienden que tienen que moverse y los que no entienden que tienen que moverse. Todas las semanas escuchamos a algunos personajes, muy importantes, decir ‘tenemos que rendirnos’, y esto es solo el comienzo de un baño de sangre. Pero algunos no ven eso. Abren la puerta y dicen ‘oye, bienvenido’. Mucha suerte, amigo, porque no creas que vendrán solos: vendrán con sus proveedores«, finalizó.
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