Shelby American acaba de presentar su versión del Ford Mustang S650, basado en la última generación del longevo Muscle Car norteamericano, y que como suelen hacerlo eleva las prestaciones del deportivo no sólo en cuanto a potencia, sino que también en performance dinámica en pista.
Gracias a un gordo supercargador sobre el motor, la potencia del 5.0 V8 salta sobre los 830 hp, aunque también hay versiones más mesuradas con 480 hp, más manejables y razonables para su uso, aunque eso significa que no tendrá las modificaciones más extremas en suspensión, frenos y dirección.
Pero veamos el tope de gama, que es el interesante. La suspensión es totalmente nueva, con una puesta a punto que le permitirá tomar curvas más cerradas sin perder tracción, y para detenerse los frenos también tienen mejoras, con rotores más grandes y pastillas de mejor compuesto, que en resumen le harán frenar en un tramo más corto, sin sobrecalentarse tanto al exigirlos.
Además del supercargador, lo que destaca inmediatamente a la vista es el bodykit implementado, que le da una mejor respuesta aerodinámica, y trabaja en conjunto para también mejorar el flujo de aire, y enfriar frenos. El capot está hecho de aluminio, los fenders de fibra de carbono, y las llantas de una aleación de magnesio para tener un bajo peso.