La marca Nissan está pasando por un momento bastante regular tirando a malo: las ventas no han sido las esperadas, su línea se compone de vehículos poco atractivos o que en general no destacan frente a la competencia, y como golpe de gracia la alianza con Renault tiene su continuidad en dudas por la que pudo ser fusión o compra a Fiat Chrysler Automobile FCA.
Las mayores ventas de Nissan la tienen la NP300 y SUv´s medianos y compactos, como el Juke y Xtrail; modelos con historia como la Pathfinder o Altima son una sombra de lo que fueron, la línea de sedanes simplemente no llama la atención, ni siquiera las versiones más equipadas o sport, e Infiniti ni siquiera vale la pena mencionarla. Incluso su Halo Car, el GT-R, ya necesita urgente un cambio generacional. Para resolver el problema del atractivo de sus vehículos es que integraron a sus filas a David Woodhouse, antiguo jefe de diseño de Lincoln, quien tomará el puesto de vicepresidente de Nissan Design America, el ala de diseño norteamericana de la compañía.
Recordemos que fue principalmente gracias a su trabajo y dirección es que Lincoln sacó el último Continental, que llevó a la marca nuevamente a la boca de los clientes como un vehículo atractivo, muy lejos de los nefastos años anteriores donde prácticamente estaba muerta, al nivel del Lancia actual (sí, sigue funcionando). Después del posicionamiento del Continental aparecieron los nuevos SUV de Lincoln, como el Navigator y el Aviator, que llegaron para reafirmar el hecho que la marca volvía a ser una opción atractiva dentro del segmento premium. Pero además de eso, Woodhouse tiene experiencia en BMW, Cadillac, Range Rover y Ford, por lo que historial no le falta.
