«Estos autos sí que eran buenos, pura lata dura«. Seguramente habrás escuchado a tu abuelo o tus tíos jactarse de que los autos antiguos eran más seguros que los de ahora, por el mero hecho de que no se deformaban ante un impacto leve. Ahora que Ancap -la organización que vela por la seguridad de los autos comercializados en Australia y Nueva Zelanda- cumple 30 años de trabajo, aprovechó para poner en relieve los resultados de cuando inició sus testeos en 1993. ¿Qué dicen los números y antecedentes? ¿Eran más seguros los autos de ese entonces?
La primera ronda de pruebas del organismo tuvo como protagonistas a nueve modelos, populares en ese minuto: Ford Falcon, Mitsubishi Magna, Holden Commodore, Mazda 626, Honda Accord, Subaru Liberty (así se conoció al Legacy), Nissan Pintara, Toyota Camry y Volvo 940.
El testeo fue apenas un choque frontal a 56 km/h y los resultados fueron más bien desalentadores: el Pintara, el Commodore y el Accord mostraron el riesgo más alto para la cabeza del conductor, siendo casi una sentencia de muerte al comprobarse un golpe contra el volante que provocaba una inmediata fractura craneal; en tanto que el propio Commodore, el Liberty y el Magna se llevaron el calificativo de ser los autos con el mayor riesgo de daño severo en la cabeza del copiloto. ¿El mejor de los nueve? El Volvo 940, que ya para ese entonces equipaba airbag de conductor. En 1993 no existía categorización por estrellas, un sistema que debutó recién seis años después y que hizo mucho más legibles los resultados para los consumidores. Aquí están todos las evaluaciones, con fecha de abril de 1993.
«En los últimos 30 años hemos visto avances a pasos agigantados en la seguridad de los vehículos, lo que es resultado de la persistencia y capacidad de Ancap para influir en el cambio impulsado por el consumidor«, dijo en un comunicado de prensa la directora ejecutiva del organismo, Carla Hoorweg. «Nuestros fundadores se encontraron en principio con una fuerte resistencia por parte de los fabricantes de vehículos, pero hoy son ellos quienes presentan nuevas e innovadoras formas de prevenir accidentes en la carretera. En aquel entonces, los autos que conducíamos eran vehículos normales. No pensábamos dos veces en la seguridad que ofrecían o no. Hoy en día, el consumidor australiano está informado y cuenta con las herramientas para elegir vehículos seguros. Sabe también que la antigüedad de su auto puede marcar la diferencia«, resaltó.
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