Probablemente muchos de quienes nos siguen a través de las RRSS y en nuestro canal de YouTube ya estén al tanto de nuestra primera prueba de manejo de larga duración, que llega a casi 10 años del nacimiento de Ruta Motor. Este es el primer test drive de esta clase en Chile y que realizaremos al volante de un interesante BAIC BJ40 Plus de motor turbodiésel 2.0 litros, transmisión automática de ocho marchas y tracción 4×4.
Se trata de una experiencia muy usual en países con mercados desarrollados y lo que se busca es que se pueda comprobar qué va ocurriendo con un vehículo al pasar los kilómetros: si presenta alguna falla, cómo se siente su ensamblado y cómo es la experiencia de post venta al hacer las mantenciones programadas.
El concepto de prueba larga duración
Chile es uno de los mercados más abiertos y diversos del mundo, puesto que cuenta con más de 70 marcas automotrices. Aquí se encuentran prácticamente todos los orígenes, tipos de vehículos y segmentos, por lo que la diversidad alcanza niveles insospechados. Esto claramente convierte a nuestro país en un lugar donde incluso se hace difícil elegir nuestro próximo automóvil nuevo o usado.
Otras de las grandes preguntas y/o comentarios que nos hacen nuestros lectores, son siempre “pero qué pasa cuando llega a los 100 mil kilómetros” o “seguro que se va a desarmar completo”, cosas que, además, suelen manifestarse de modo más repetitivo en marcas emergentes. Hay que hacer el punto en que, actualmente cerca del 40% de los vehículos nuevos llegan al país con origen China, por lo que llevar a cabo una prueba extendida de uno de los vehículos chinos revolucionarios y que busca hacerse un espacio en un segmento muy exigente (el de los todoterrenos sobre chasis de escalera y con caja reductora y bloqueos de diferencial), es algo que nos faltaba como medio y que, a la vez, consideramos ayudaría a dilucidar dudas.
BJ40 Plus: Primer confirmado de la flota de larga duración
El primer modelo en sumarse a la flota de Rutamotor es el nuevo BAIC BJ40 Plus, en su versión con motor 2.0 turbodiésel y tracción 4×4, que se posiciona justo por debajo que la versión tope de gama, diferenciándose por algunos pequeños detalles de equipamiento y por el combustible (el otro es gasolinero).
En la izquierda el BJ40 Plus gasolinero y a la derecha, ‘nuestro’ BJ40 Plus turbodiésel.
La elección de este modelo vino por la curiosidad que causó entre los lectores, el prejuicio de su origen y, sin lugar a dudas, por la posibilidad de generar mucho contenido relacionado con su ADN de todoterreno de verdad: lo ya dicho: su sistema de tracción en las cuatro ruedas, la configuración del chasis y, especialmente, sus bloqueos de diferencial delantero y trasero de serie.
Este modelo es el primero en sumarse a la flota de Rutamotor y esperamos poder contarles pronto cuál será el segundo modelo en participar de esta experiencia, en la que no solo esperamos recorrer más de 20 mil kilómetros en 12 meses, sino que hacerlo sobre diferentes terrenos, condiciones climáticas y, por supuesto, vivir la experiencia de post venta del modelo, como si se tratara de un cliente común y corriente.
BAIC BJ40 Plus
Comenzando con este modelo, queremos dejar la prueba a fondo de este modelo que realizamos al comenzar esta experiencia, pero podemos acá replicar los datos más importantes de este atractivo modelo, que sin duda no pasa desapercibido en las calles, y que a primer golpe de vista, puede pasar por un Jeep Wrangler de cuatro puertas, pero que luego de una mirada más detallada, ofrece diferencias claras con este citado modelo de la marca norteamericana.
Se trata de un todoterreno ‘de la vieja escuela’, comenzando por sus líneas robustas, que lo hacen parecer de mayor tamaño de lo que realmente es. Con un largo de 4.645 mm, un ancho de 1.925 mm, un alto de 1.871 mm y una distancia entre ejes de 2.745 mm, con unos ángulos característicos muy buenos para ser un modelo sin modificaciones, con un triángulo de ataque de 37°, uno ventral de 23° y uno de salida de 31°.
El frontal destaca fuertemente por sus luces completamente LED, desde un rectángulo que rodea a los neblineros para sus luces diurnas, siguiendo por las de posición e intermitentes, bajas, altas y neblineros. También destaca el logo BAIC al centro del capo, así como sus agarraderas y tope para el parabrisas, que le dan una sensación de robustez y a la vez de modernidad.
También destacan sus ganchos de remolque, los que están pintados de un vistoso color rojo, que contrasta con el blanco semi mate de su pintura y con los muchos detalles negros que encontramos en máscara, llantas y techo desmontable. Su lateral mantiene una gran robustez, con pasos de rueda ensanchados, pero que están muy bien integrados en la carrocería, puertas con bisagras a la vista (pensadas en caso de que se quiera desmontar las puertas), pisaderas con logos BJ40, espejos retrovisores con carcasa cromada y abatimiento eléctrico, por mencionar lo más destacable.
La zona trasera, ofrece la tradicional y muy off-road rueda de repuesto colgada del portalón, el que se abre en dos secciones, la superior donde esta la luneta, que se abre hacia arriba, y la inferior, que se abre hacia el lado, y permite cargar el peso de la rueda de repuesto. Nuevamente, encontraremos ganchos de remolque de color rojo, así como un parachoques hecho para el trato duro y que está listo para la aventura.
Interior sofisticado
Pero si el exterior del BJ40 Plus exuda aventura, el interior por su parte mezcla de forma bien lograda la tecnología, calidad de ensamblados y detalles off-road. Comenzando por su volante multifunción grueso y su panel de instrumentos 100% digital -configurable en diferentes vistas- y que entrega una cantidad generosa de información, desde horas de uso del motor, temperatura de aceite de transmisión, barómetro, altímetro, inclinómetro y mucho más.
Al centro vemos una gran pantalla de nueve pulgadas, que integra Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico, cámara de retroceso y dashcam frontal, además de algunas funciones del vehículo. Más abajo, encontramos las salidas de aire circulares y, entre ellas, un comando que agrupa el botón de encendido al centro, un comando giratorio para la sección de los modos de la tracción (2H, 4H y 4L), los dos bloqueos de diferencial y un botón para los modos de manejo.
Siguen los comandos para el climatizador bizona, muy simples e intuitivos y que, además, se visualizan en la pantalla del sistema multimedia. Finalmente, encontramos la consola central, con un cargador inalámbrico, la palanca de transmisión automática, freno de mano eléctrico con modo Autohold, posavasos y unos comandos para el manejo del sistema multimedia, muy fáciles de controlar sin sacar la vista del camino.
Los asientos están forrados en ecocuero, al igual que el volante, con un patrón diamantado de excelente calidad, que encontramos en puertas, regulación eléctrica para el conductor y calefacción para los asientos delanteros. Las plazas traseras ofrecen posibilidad de regular la inclinación o de abatirse por completo hacia adelante. También encontramos salidas de aire para la segunda fila y un práctico enchufe de 220 V que permite conectar incluso notebooks.
El habitáculo esta rodeado por una jaula antivuelco, esto debido a que su techo es desmontable en tres secciones: bipartido en la primera fila + un tramo trasero que abarca la segunda fila de asientos y el maletero. Claramente, el resultado de esta modularidad es espectacular, con un look muy playero y aventurero (esto es algo que haremos más adelante por el tiempo que requiere la ‘conversión’).
Turbodiésel y caja ZF de ocho velocidades
Debajo del capo de este BJ40 Plus, se esconde un motor turbodiésel de 2.0 litros, firmado por Aucan, que entrega una potencia de 161 Hp y un torque máximo de 380 Nm. Se acopla a una caja automática firmada por ZF de ocho velocidades, que puede ser utilizada en modo secuencial y puede ofrecer cuatro modos de manejo: Eco, Normal, Sport y Nieve. Ofrece un consumo homologado de 9.3 km/l en ciudad y 13.2 km/l en carretera.
La suspensión es del tipo independiente adelante, del tipo doble horquilla con barra estabilizadora, mientras que atrás ofrece un más tradicional eje rígido con muelles helicoidales, el que ofrece un excelente recorrido y además, se aprecia como muy robusta por su construcción y sensación al manejar.
El resto, podemos destacar un chasis de largueros y travesaños, con toda la robustez que eso implica, frenos de discos en las cuatro ruedas y caja de transferencia electrónica firmada por Borgwarner, que se suma a sus dos bloqueos de diferencial al 100%, delantero y trasero.
Primeros kilómetros de esta prueba de 12 meses
Como buen vehículo ‘0 kilómetros’ (lo recibimos con 20 km para ser precisos), es primordial que para su correcto funcionamiento se le dé tiempo de un ‘rodaje’. Esto significa que no lo aceleremos demasiado, ni lo manejemos a alta velocidad por períodos prolongados (esto es lo recomendable).
Probablemente quienes han tenido un vehículo ‘0 kilómetros’ (especialmente si es diésel) tienen claro que los primeros estanques suelen irse más rápido, así como a veces también falta que el motor ‘se suelte’ y entregue paulatinamente todo su potencial, algo que hemos podido experimentar desde que lo recibimos (ahora que ya esta con más de 2.500 kilómetros).
Efectivamente el primer estanque de combustible nos dio un consumo promedio cercano a los 7 km/l, el segundo subió hasta los 8.5 km/l y el tercero ya está llegando a los 9.5 km/l, siempre en un manejo mixto, con más uso de ciudad y hasta un poco de todoterreno, ya que lo hemos llevado a las dunas, cordillera y caminos de tierra.
Lo otro, es que el motor efectivamente se ha ido soltando un poco en su potencia, quizás menos que otros modelos que hemos tenido desde salido del concesionario, lo que habla bien de su rodaje en el banco de pruebas en la fábrica. En la sociedad que conforma con la caja automática de ocho velocidades, la verdad es que se percibe como una excelente dupla para poder ofrecer un manejo suave y confortable en bruto, pero que puesto en modo Sport si salta a un comportamiento más reactivo.
Otro de los detalles que hemos podido ver en estos primeros kilómetros, es que efectivamente su cabina se encuentra muy bien aislada y que, por otra parte, al ofrecer una suspensión independiente delantera cuenta con un excelente manejo en carretera, en curvas y en caminos malos, inclusive comparándolo con un Jeep Wrangler Unlimited (hemos hecho que algunos que lo tienen, lo manejen y comparen). Esto nos ha llevado a pensar en una futura prueba comparativa, para ver efectivamente cómo se comparan ambos en una salida todoterreno.
Por ahora, estamos muy motivados con esta primera experiencia de larga duración, que realmente nos dirá si este modelo se mantiene sólido, sobrepasa las diferentes pruebas que le iremos proponiendo, si es que aparecen problemas, y sobre todo, si nos sigue gustando tal como ahora (o incluso más). También, estamos más que atentos a cualquier duda que ustedes como lectores tengan del modelo, ya que sin duda esperamos convertirnos en expertos en él a lo largo de este período.
¡Agradecemos otra vez a BAIC por haberse atrevido a esta tremenda experiencia!
