Ferdinand Piëch nació en Viena el año 1937 y era nieto del ingeniero austríaco Ferdinand Porsche, desde pequeño le gustaban los autos y siempre hablaba que uno de sus hobbies era «construir autos».
Sus inicios en la era automotriz lo desarrolló en el año 1963 en la empresa Porsche, pasando por la empresa Audi, donde se convirtió en director general, antes de dirigir Volkswagen.
Trabajó en proyectos como los prototipos de los Audi 80 y Audi 100, así como en el Audi Quattro de tracción integral para el Mundial de Rallies, que equipaba un motor turbo de cinco cilindros en línea. En 1988 fue nombrado director ejecutivo de Audi AG. Se le considera responsable de haber llevado Audi al nivel de Mercedes-Benz y BMW, con los que hoy forma el trío de fabricantes premium alemanes.
En 1993 Piëch entró a Volkswagen AG, la matriz del Grupo Volkswagen, para reemplazar a Carl Hahn como consejero delegado y presidente del consejo de administración del grupo, en esta época la marca alemana estaba al borde de la quiebra. Ferdinand tuvo que tomar serias medidas de reestructuración para optimizar la producción, reducir costos y volver a ser rentables.
Durante el tiempo que de Piëch estuvo a cargo, entre 1993 y 2002, el Grupo Volkswagen impulsó marcas como la española SEAT (adquirida en 1986), la checa Škoda (comprada en 1991), la italiana Lamborghini y Bentley. A día de hoy el grupo alemán integra firmas como MAN, Scania, Ducati o la renacida Bugatti, además por supuesto de Audi y Porsche, ésta última adquirida en 2002 tras una disputa familiar
Luego de varios problemas con Martin Winterkorn se alejó de la firma alemana, precisamente en el 2015, cuando renunció a sus cargos.
El ingeniero austríaco sufrió un ataque el domingo 25 de agosto de 2019 en un restaurante de la localidad bávara de Rosenheim, donde vivía. Finalmente murió en el hospital, según adelantó el diario Bild, sin que se haya todavía determinado la causa.
