Hace unos años los station wagons (SW), conocidos en la década de los 70-80’s como «rancheras», parecían estar condenadas al más rotundo de los olvidos. Es que sin importar su tamaño, marca o condición, la fuerte entrada de los monovolúmenes y el aplastante ataque de los SUV los había sacado del camino en las gamas de muchas marcas. Sin embargo en la actualidad las SW se han convertido en una respuesta más racional al problema de la movilidad familiar.
Con menos masa que una minivan y menos consumo de combustible que un SUV y sin el atributo del 4×4 los station son autos bien ubicados entre los compradores de hoy. Pero ello últimamente ha cambiado radicalmente. Muchas marcas han optado por potenciar el segmento de las SW, dándole nuevas potencialidades y atractivo.
Tal como ha sido la tradición de Peugeot en los últimos años, con su nuevo 407, la marca gala no propone una clonación de los modelos existentes sino más bien una nueva interpretación de las preferencias de sus seguidores. Así, el 407 es definitivamente un auto más audaz que el 406, no sólo por la actualidad de su diseño, sino porque a través de éste se obtiene un auto ligeramente más joven. La versión SW, en tanto, tiene toda la luminosidad que caracteriza a esta configuración, gracias a su enorme techo de cristal. El modelo que nos convoca es el 407 SW con el nuevo motor 2.0 turbodiésel HDi (136 CV) y caja de cambios automática. Una combinación única en el mercado chileno.
ELEGANCIA Y SOLIDEZ
El 407 ofrece un interior muy refinado. Casi idéntico al sedán, destaca por su imagen moderna y elegante, dominada por el techo acristalado y por una voluminosa y bien ordenada consola central. Llama la atención la corrección de los materiales y la calidad de las terminaciones, y la magnífica distribución de los mandos, con todos los botones al alcance de la mano y, lo que es mejor, con un tacto intachable.
La única objeción está en el alzavidrios del acompañante, muy alejado del apoyabrazos. No tiene mucho espacio para pasajeros en las plazas traseras, ni mucho maletero. Delante no hay ningún problema de espacio, como suele ocurrir en cualquier vehículo de este tamaño.
Acá la marca gala plantea un «concepto diferente». Hay que convenir que este 407 SW es más bien un auto que aporta un plus de distinción, porque la carga de diseño es enorme. Ya lo era en el 407 sedán, pero, ahora, lo es mucho más. Se nota, sobre todo, en el delicado trabajo que se realizó en la parte trasera, la zona que más cambia.
MANEJO EQUILIBRADO
En regímenes elevados, el motor acelera y recupera muy bien. El motor del ejemplar probado era el 2,0 HDi, que resulta ser la maquinaria más indicada de la gama ofrecida en Chile para un auto de corte familiar, de vocación muy dinámica y con gran eficiencia en el consumo. A diferencia de alguno de sus competidores, no llama la atención por que el motor dé un fuerte empujón en un margen pequeño de régimen; la aceleración que da es más bien uniforme.
Claramente proporciona tanta potencia como la que entregaría un motor gasolinero de la misma cilindrada; todo gracias al sistema de inyección multivalvular «common rail» de segunda generación y un turbo de geometría variable.
Por su parte, la suspensión es bastante firme, pero no dura ni seca, y hace que la carrocería apenas se mueva. En autopista es un vehículo muy satisfactorio: Es estable, silencioso. Dobla plano, sin inclinaciones. La dirección es precisa y rápida. Además de unos frenos potentes y de fácil dosificación. Todas las versiones están equipadas de serie con control de estabilidad (ESP), además del ABS y la asistencia al frenado de urgencia (AFU).
Además los modelos incorporan seis airbags de serie, dos frontales autoadaptables en función de la fuerza del impacto y el del conductor. Además, de acuerdo al peso de éste y a la ubicación de su asiento, dos airbags laterales de tórax y dos airbags de cortina para la protección de las cabezas de los ocupantes del vehículo.
El Peugeot 407 incluye en todas sus versiones climatizador automático digital, control de velocidad crucero, llantas de aleación con detector de baja presión en los neumáticos, detector de lluvia y encendido automático de luces, espejos eléctricos, 4 alzavidrios eléctricos secuenciales y con sistema antiapriete, frenos de disco en las cuatro ruedas, guantera refrigerada, alarma volumétrica y computador a bordo. Además posee un sistema de control de estabilidad ESP de última generación, asistencia al frenado de emergencia, sistema antipatinaje ASR, detector de baja presión de los neumáticos y otros detalles de seguridad activa.
Esta versión del 407 con motor Diesel de 136 CV es recomendable para quien aprecie un nivel bajo de ruido y vibraciones (dentro de lo normal en un Diesel), una suspensión confortable pero que no haga al coche poco ágil, buenas cualidades y equipamiento de seguridad activa, y una relación favorable entre precio y equipamiento (US$ 28.000).
Sin embargo, el 407 SW no es recomendable para quien busque mucho espacio en las plazas traseras o un maletero muy amplio. Lo que falta en las plazas traseras es principalmente espacio longitudinal y, en menor medida, altura. Las metas de ventas 2005 de este nuevo modelo para Chile son de 850 unidades (770 sedanes y 80 SW), para lograr una participación de mercado en el segmento M2 cercana al 14%.
A la oferta de 407 sedán se agrega la de SW, consistente en 407 SW ST Confort 2,0 automático secuencial, 407 SW ST Confort 2,0 HDi automático secuencial y 407 SW SV Sport 2,2 automático secuencial.
