Esta Ford T convertida de 1914 es la casa rodante más antigua que se conozca

por Cristian Martinez

El salir de vacaciones en casas rodantes, o tener una vida nómade y movilizada por motor, no es algo tan nuevo, es cosa de recordar las carretas tiradas por caballos para darse cuenta que los instagrammers no hacen nada nuevo cuando muestran como gran novedad el perderse en un auto con colchón inflable adentro.

El Ford T fue el primer auto «popular», es decir accesible para las masas. Este modelo particular fue modificado a pedido en Inglaterra, por una de las familias más adineradas de la época, a quienes le colocaron una carrocería de caravana sobre un chasis de un Ford T en el año 1920. Esta se perdió en el tiempo, hasta que fue «redescubierta» en los años 70, donde fue restaurada.

Al igual que la vida en aquel entonces, esta casa rodante es mucho más simple que las actuales. Básicamente una «cabina con camas» (ya que los asientos de conductor y copiloto se dan vuelta y quedan dentro del espacio habitación), cuenta con dos camas, closet y repisas con entallados y detalles que serían la envidia de muebles modernos, y una estufa/cocina a leña. El baño era el mundo exterior, o cualquier árbol. Sin embargo, la carrocería era exquisita en cuanto a detalles y diseños, con calados y detalles en ventanas y refuerzos, y que también prueban que la aerodinámica no era un tema en ese tiempo.

Viajar en esta casa rodante era ir a una velocidad máxima de 48 km/h, velocidad normal para la época. No se necesitaba más para disfrutar de cosas simples, escuchar los sonidos del campo aún virgen, y el crujir incesante de la carrocería. Si te interesa lo retro, y quieres el epic hipster del barrio, esta pieza de historia será rematada con un precio desde USD$25.000.

Noticias

Adblocker Detectado

Por favor desactive su AdBlocker, para poder visualizar nuestro sitio web y activar la publicidad, que gracias a ello nos ayudan a seguir creando contenido para todos ustedes. ¡Gracias!