La categoría de monoplazas eléctricos Fórmula E ha demostrado tener un futuro brillante por delante, generando cada vez más interés entre los entusiastas, y demostrando que después de todo, el automovilismo impulsado por electricidad no será tan terrible después de todo.
Aprovechando el impulso es que se creó la categoría Extreme E, un símil a la Fórmula E pero de vehículos todoterreno eléctricos tipo Dakar. El primer fabricante automotriz en confiar en esta apuesta es Cupra (la subdivisión de performance que nació de la línea de Seat) quienes son la primera marca en entrar oficialmente, junto al equipo Abt Sportsline. Para llevar el volante principal ya firmaron con Mattias Ekstrom, quien tiene experiencia en la DTM y fue campeón del World Rallycross; en cuanto a la piloto mujer (porque por reglas deben ser un hombre y una mujer) aún no está definido quien será.
Los vehículos para la competencia son versiones propias del Odyssey21, que tienen la misma mecánica base: un motor central de 536 hp, doble tracción, suspensión de largo recorrido, y un peso total de 1650 kg, que les permiten llegar a los 100 km/h en 4.5 segundos. Los equipos harán la diferencia en la carrocería, ya que será un diseño propio de cada escudería.