Desde hace unas semanas se han hecho viral en redes sociales varios micro cars de procedencia china, que llaman la atención por su pequeñísimo tamaño y también por su ajustado valor (algunos incluso bordeando el millón de pesos). Sin embargo, todos ellos coinciden en un punto: debido a la incapacidad de cumplir con la normativa chilena, sobre todo en temas de normas de seguridad, son vehículos que no pueden homologarse para circular por la calle. ¿Pero qué tal uno de similar tamaño pero que sí cumple con todas las de la ley? Esa es la propuesta del Microlino, un pequeño auto para dos personas producido en Italia, inspirado en el recordado BMW Isetta y que justo ahora se propone conquistar el mercado europeo.
El Microlino -que tiene apertura delantera, tal como el ‘huevito’, y que mide 2.519 mm de largo– nació como proyecto en Suiza. De hecho, fue presentado originalmente en el Salón de Ginebra de 2016. Desde entonces su llegada a la fase de producción en serie se vio dilatada por una suma de factores, siendo el más importante justamente el apartado de seguridad (también el de propiedad intelectual). Después de mejoras que requirieron de una millonaria inversión, Micro Mobility Systems -la empresa tras el proyecto- tenía listo el Microlino 2.0 para develarlo en Ginebra 2020, sin embargo la pandemia echaría por tierra el tradicional salón y también los planes de la compañía. Vino el gran hiato…
El Microlino 2.0 ya está aquí
Finalmente, en septiembre de 2021 el vehículo redebutó con las mejoras en el IAA Mobility de Múnich. Los grandes cambios del renovado Microlino se centraron en un eje trasero más ancho para mejorar la estabilidad, así como unos pilares A más delgados que permitieron mejorar la visibilidad y también ser mucho más aerodinámico (al contar con luces directamente integradas en la carrocería). El automóvil producido en Turín también integró las clásicas manillas ocultas de los automóviles eléctricos, que permiten una mayor cuota de aerodinámica y menor ruido en el desplazamiento.
En los números, el Microlino 2.0 cuenta con un único motor eléctrico de 12.5 kW de potencia y 89 Nm de par instantáneo. Este propulsor permite que el ‘huevito’ del S.XXI se mueva en cinco segundos hasta los 50 km/h y que logre una velocidad punta de 90 km/h. Según versión, el coche italiano puede llevar una batería de 6 (se llama Urban), 10.5 (Dolce) o 14 kWh de capacidad (Competizione), para autonomías homologadas de 95, 175 o 230 km, respectivamente. Conectado a un enchufe convencional domiciliario, el Microlino tarda unas cuatro horas en recargarse por completo. Perfecto, ¿no? Ah, y además tiene un maletero de 230 litros, muy en la línea de citycars convencionales, como el Peugeot 108, el Renault Twingo o el Citroën C1.
Cabe destacar que el Microlino es perfectamente homologable en los países europeos, donde cae en la misma categoría del Citroën Ami, también para dos personas, al no requerir una licencia de conducir. El modelo base tiene un valor de € 12.500, o sea, unos $ 10.8 millones.
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