Cuando Rivian comenzó su aventura en la industria automotriz, a diferencia de otras startup sus primeros vehículos fueron una camioneta y un SUV medianos R1T y R1S, segmentos donde no había una alternativa interesante en el momento, y que curiosamente son los más cotizados actualmente.
Tras consolidar su posición en el mercado eléctrico, es necesario crecer o morir. Para llegar a más consumidores, presentaron su nuevo modelo R2, un SUV más pequeño y accesible que el R1S, que prometen tendrá un valor cercano a los US$45.000, haciéndolo muy interesante en ese segmento.
Al igual que los otros modelos, tendrá varias opciones motrices. El tope de gama será un trimotor eléctrico, con potencia sin desclasificar pero que tendría una aceleración hasta los 100 km/h «en menos de 3 segundos», según el CEO de Rivian. Además también existirán versiones con dos motores y doble tracción, y la versión base tendría un solo motor y tracción trasera.
Independiente de la configuración, la autonomía mínima que ofrecerá será de unos 480 kilómetros, gracias a su kit de baterías de al menos 4695 pilas cilíndricas, que son parte estructural del vehículo, y es de mayor tamaño que las ofrecidas en los R1.
En cuanto a equipamiento, para asistencias y conducción autónoma tendrá 11 cámaras exteriores y cinco sensores y/o radares, para lograr una conducción autónoma de nivel 3. Por dentro prima el minimalismo, con una pantalla central de gran tamaño y en posición horizontal desde donde se controla prácticamente todo, y otra pantalla para el panel de instrumentos. Desde el volante cuenta con controles tipo scroll, un acierto de Rivian al mantener botones físicos, que también permiten manejar cosas desde la pantalla central.
