La llegada de los vehículos eléctricos abrió las puertas para que apareciera un sinnúmero de nuevas marcas o startup en el mercado, confiados en que se convertirían en la nueva Tesla, o al menos en que ganarían un espacio del naciente mercado eléctrico.
Pero la realidad los golpeó más fuerte de lo que esperaban, y tantas promesas, al igual que las de discursos presidenciales, se diluyeron en el tiempo o son simplemente imposibles de cumplir. Lordstown es una de aquellas marcas, que hicieron rimbombantes anuncios para tener la primera camioneta eléctrica en el mercado, con una autonomía aceptable y un precio contenido, pero ninguna de las dos cosas se podrá cumplir.
Las pruebas han mostrado que la Lorstown Endurance tiene una autonomía de 280 kilómetros, algo aceptable hace unos cinco años atrás, pero que hoy ya es muy poco para un auto nuevo, más aún considerando que cuando la anunciaron, hablaban de casi 400 km de autonomía.
Esto se suma a los problemas económicos de la marca, que ya asumieron que pierden dinero con cada unidad vendida. Su valor de empresa en el mercado se ha ido hundiendo poco a poco, con el precio de sus acciones ha bajado a menos de la mitad que hace un tiempo atrás. Por si fuera poco, tienen problemas de atrasos con las entregas, y su valor de mercado está muy cercano al de la Ford F-150 Lightning y de la Rivian R1T. En Lordstown ya han aceptado que es muy probable que el final del camino esté muy cerca.
