Skoda tiene claro que el espacio en el mercado automotriz para los sedanes sigue disminuyendo, ya que son cada vez menos atractivos al compararse con vehículos tipo crossover o SUV. Pero aún hay algo de mercado para quienes quieren un vehículo bajo, amplio y cómodo (sin tener que pesar 3 toneladas o tener la aerodinámica de un refrigerador como muchos SUV), como son los sedanes de segmentos medios.
Por ellos es que siguen trabajando en el Superb, uno de los emblemáticos de la marca checa y que ha logrado ganarle al paso del tiempo. La versión «con traje y corbata» del Volkswagen Passat (ya que ambos están fabricados sobre la misma plataforma y comparten la mayor parte de componentes) fue vista durante unas pruebas en las carreteras de los Alpes, para testear el sistema de frenos.
El nuevo Super se fabrica sobre la plataforma MQB de Volkswagen, y estará disponible en versiones sedán, (liftback) y wagon. A pesar de ser un liftback, el perfil se asemeja más a la línea tradicional de un sedán, por lo que el espacio en las plazas traseras no se vea reducido. Curiosamente, Skoda tuvo la tarea de rediseñar el Superb y también al Passat, ya que ambos serán fabricados en la planta de República Checa.
A pesar de que ninguno tendrá una opción totalmente eléctrica, sí tendrán todos cierto grado de electrificación, desde semi híbridos hasta versiones híbridas enchufables. Y aunque sigue siendo una especulación, es posible que también tenga al menos una opción diesel, algo tradicional en el modelo.
