Las camionetas de marcas premium siguen siendo parte de un sinsentido, como los «SUV coupé convertible», que en realidad no pasan de ser un llamativo ejercicio de diseño. Uno de los pocos ejemplos es el de Mercedes Benz, cuya pickup basada en la Nissan NP300 pasó con poco éxito por el mercado, y finalmente duró poco en producción.
Por eso es que BMW, según declaraciones del vicepresidente de la marca, cerró esa puerta bajo esos mismos argumentos: no hay un negocio rentable en ello. Sin embargo, no descartó que puedan tener una nueva variante de sus modelos más todo terreno, ya que la demanda por ese tipo de vehículos es creciente en el mercado, y sí hay espacio en su línea para un vehículo de esas características.
Para ello se apoyó en la creciente demanda de modelos como el Land Rover Defender, Toyota Land Cruiser, e incluso el Mercedes Benz Clase G, modelos que vienen de fábrica preparados para salir airosos de una aventura fuera del camino, a pesar de tener todas las comodidades de un modelo para carretera.
Y aunque sólo son comentarios, sabemos que no se dicen estas cosas sólo porque sí. Uno de los candidatos ideales para estas modificaciones (Según el reporte) sería el X5, que se ajusta en cuanto a tamaño y características motrices, pero se desconoce si sería lanzado como un modelo nuevo o lo «outbackizarían», sólo agregando molduras plásticas, protecciones y algo más de despeje del piso.
