A principios de siglo Volkswagen se atrevió a entrar al segmento de lujo con el Phaeton, un sedán tipo berlina que a pesar de tener una buena manufactura, buenos materiales y calidad de fabricación, no pudo hacerse de un espacio entre las marcas premium tradicionales. Y si bien tuvo tres facelift en su existencia, no llegó a tener una segunda generación.
Previo a la cancelación se hablaba mucho de que estaban trabajando en una nueva versión, pero nunca vio la luz. Pero para la celebración de los 20 años del modelo, Volkswagen mostró el prototipo de la segunda generación del Phaeton que habría salido al mercado entre el año 2016 y 2017, dejando entrever que su desarrollo estaba prácticamente listo antes que fuese cancelado.
Del modelo vemos mucha influencia y líneas que aparecieron en los vehículos siguientes de la compañía, particularmente en los modelos más grandes como el Audi A8 o Volkswagen Arteon. Si bien nunca fue un éxito en el segmento premium, su interior demuestra que era al menos una opción a tener en cuenta, gracias a la calidad de sus materiales y terminaciones, que no tienen nada que envidiar a un BMW o Mercedes Benz de gama media-alta.
Lamentablemente el modelo quedó solo en un prototipo, ya que desde un inicio no fue rentable, sino que significaba pérdidas para la compañía, a pesar de haber tenido algunas de las propuestas más curiosas para el mercado, como un motor turbodiesel V10 TDI, o el ridículamente complejo motor W12 (que pasaría a ser la base para el del primer Bugatti Veyron). Pero era difícil entrar al segmento premium con una marca que también ofrece modelos de muy bajo costo.
