El fabricante de superdeportivos Pagani dijo que se mantendrá firme con los motores V12 en lugar de fabricar un nuevo vehículo eléctrico, ya que estos últimos «carecen de emoción». Esto tras un estudio de cuatro años para analizar el mercado, que dio como resultado que (aún) no hay un mercado realmente interesado en superdeportivos eléctricos.
El principal problema va en el peso. De acuerdo a Pagani, para que un superdeportivo eléctrico sea viable como para reemplazar a uno a combustión interna, necesitaría un kit de baterías con un peso de casi 600 kg. Para tener una referencia, el Huayra R (el último deportivo especial de Pagani) pesa 1070 kg.
Luego está la performance. Actualmente los eléctricos deportivos son muy rápidos, pero carentes de emoción y sensaciones que provoca un motor tradicional, por lo que si bien podrían hacer un eléctrico muy rápido, no tendría el mismo tipo de respuesta emocional en quien lo conduce.
Por eso es que seguirán haciendo deportivos con un V12 bajo el capot en lugar de motor eléctrico y baterías, al menos hasta que la legislación europea les permita hacerlo. Seguramente en los casi 15 años que les quedan la tecnología de baterías habrá evolucionado lo suficiente como para hacerlos de un peso razonable.
