Mercedes-Benz avanza a pasos agigantados en las pruebas de choques, la marca alemana se convirtió en el primer fabricante de vehículos en llevar a cabo el primer crash test monitorizado con rayo X y lo hizo con el Clase C. Esto lo hizo con ayuda del Instituto Fraunhofer de Dinámica de Alta Velocidad, el EMI (Instituto Ernst Mach) de Friburgo.
Indudablemente, las pruebas de choques son siempre especiales, incluso para los expertos, pero la parte que más sorprende es el impacto lateral que se encuentra en una estructura situada en el techo del pabellón, encima del vehículo: un acelerador lineal funciona como cámara de rayos X.
A bordo de este Clase C, iba un maniquí SID II en el lado izquierdo, de cara al impacto. Hablamos de un espécimen de prueba con anatomía femenina y está diseñado para las pruebas de impacto lateral.
Esta demostración tecnológica demostró que la tecnología de rayos X de alta velocidad puede utilizarse para visualizar procesos de deformación interna.
El departamento de seguridad de Mercedes-Benz durante varios años ha estado investigando esta tecnología junto a EMI y el factor decisivo para este avance fue el uso del acelerador lineal con tecnología de 1 kHz como fuente de radiación. Este permite analizar todos los materiales utilizados habitualmente en la construcción de vehículos.
La duración del pulso de rayos X es de sólo unos microsegundos y logra registrar los proceso de deformación en la prueba de colisión sin desenfoque de movimiento. Esto significa que puede obtener hasta 1.000 imágenes por segundos.
