Audi anunció hace algunos días el retorno de su producción a Brasil, que se había iniciado en 1999 con el Audi A3 de primera generación y que había finalizado en 2020 (con el SUV Q3). Esta vez la marca de Ingolstadt reabre su complejo en São José dos Pinhais, estado de Paraná para dar vida a los Q3 y Q3 Sportback de segunda generación, que en principio serán ensamblados en modalidad SKD y tendrán como destino exclusivo el mercado doméstico brasileño.
«Audi tiene un sólida relación con Brasil e incluso tras una interrupción en las operaciones el año pasado, nosotros siempre creímos en la recuperación y el potencial de este país. Así, la compañía ha hecho esfuerzos para regresar, reforzando la confianza en el país y en los consumidores con este producto global«, dijo el ejecutivo chileno Daniel Rojas, CEO de Audi do Brasil.
Tanto los Audi Q3 como su hermano de silueta coupé Q3 Sportback estarán equipados con el motor TFSI 2.0 litros que desarrolla 231 caballos (340 Nm de par) y con la caja automática de ocho relaciones. En ambos casos se tratará de modelos con tracción total quattro.
Para retomar la producción en Sudamérica, Audi invirtió 100 millones de reales ($ 19 mil millones) para modernizar la línea de ensamblaje de São José dos Pinhais y equiparla con herramientas y logística que permitiera los controles de calidad. En principio, el complejo tendrá una capacidad anual de 4 mil unidades que irán destinadas a los concesionarios brasileños.
Como se dijo, la marca de los cuatro anillos seguirá la modalidad de ensamblado SKD, vale decir, que se trata más bien de un armado y no de fabricación propiamente tal (que involucra mayor integración de autopartes locales). Las piezas arribarán al puerto de Paranaguá provenientes de la planta Audi de Györ, en Hungría.
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