El ser dueño de un Ferrari te hace resaltar inmediatamente en la multitud, donde las líneas deportivas y el sonido de su motor hacen girar la cabeza para ver de donde proviene. Pero en un mundo donde hay cada vez más opciones de superdeportivos de distintas marcas, cuesta un poco más destacar en los círculos de mucho billete.
(Con mucha suerte) cualquiera podría comprar un superdeportivo. Pero por muy moderno que sea, difícilmente le podría quitar la atención a un clásico como un Ferrari 275 GTB/4, cuyas líneas son atemporales, y destacan tanto ayer como hoy. Si le agregamos que perteneció a la estrella de cine Steve McQueen, ya tienes tema de conversación y la atención asegurada de todo el mundo. Y el uberkill para quitarle la atención al jeque árabe que llegó con su colección de superdeportivos de ediciones únicas, es decir que fue restaurado por Ferrari Classiche (su división de clásicos).
Esta unidad de 1967 tuvo como primer dueño a Steve McQueen, para luego pasar por nuevos dueños, incluyendo uno que lo personalizó con cambios en el color y la carrocería. Pero afortunadamente el 2010 cayó en manos de Ferrari Classiche, quienes le devolvieron su status al restaurarlo a como si hubiese salido recién de fábrica.
Después de un tiempo en exhibición en el museo de Ferrari en Maranello, y varias apariciones en eventos automotrices, este 275 GTB/4 buscará nuevo dueño, cuando salga a subasta en el próximo Car Week de Monterrey, donde esperan que su valor pase los 10 millones de dólares, que fue la última cifra por la cual fue vendido hace casi 10 años atrás.
