Para vivir la velocidad no es necesario quemar billetes e hipotecar el futuro de tus bisnietos comprando un superdeportivo (a menos que seas del 0.0001% que puede darse esos lujos sin dramas), ya que hay una forma mucho más económica de tener esas mismas sensaciones.
Puedes hacerlo en un kart, la versión inicial, más modesta y económica del automovilismo, donde muchas de las grandes estrellas muestran su talento que tienen de origen. Pero estas sencillas máquinas también tienen categorías, no todas son las mismas que ves en los circuitos en estacionamientos de centros comerciales o pequeñas pistas improvisadas.
La Division 1 Superkart es como la Fórmula 1 del karting, donde están los vehículos más rápidos. Con un motor de dos cilindros y «apenas» 100 hp, pero un irrisorio peso de menos de 150 kg, la relación potencia/peso se dispara a 690 hp/tonelada, más de lo que un McLaren Senna o Porsche GT3 pueden ofrecer. Y gracias a la distancia entre ejes menor a un metro, tracción trasera y sin diferencial, la maniobrabilidad (y también tendencia al sobreviraje) se dispara por las nubes.
Del canal de youtube Overdrive, Scott Mansell (piloto profesional que ha manejado autos F1 clásicos) y Callum McIntyre fueron a probar estos superkart para ver que tan diferente es la experiencia comparado con un superdeportivo. Y a pesar de que ambos tienen un nivel muy distinto de experiencia y habilidades al volante, ambos llegaron a la misma conclusión: son «aterradores».
La experiencia resultante es totalmente visceral: cada bache, ruido y cambio de temperatura se traspasa al conductor. La aceleración también es más brusca, y al ser todo mecánico, el esfuerzo físico resulta ser mayor. Mansell, quien ha probado varios vehículos de carreras, dijo que «los F1 de los años 80 dan miedo (manejarlos). Estos son aterradores». Y claro, si alcanzan los 100 km/h en 2.5 segundos, y pueden llegar a los 200 km/h.
