Prueba Suzuki Jimny 1.5 GLX Mt 4×4 100 hp – Juguete de grandes

por Gabriel Baeza

Pocos modelos han sido tan esperados en nuestro país como el simpático todo terreno de bolsillo japonés, el Suzuki Jimny 2020, un modelo que llego a nuestro país hace algunos meses y sigue estado entre los lanzamientos más importantes de la marca en el mundo.

Precios Suzuki Jimny 1.5 4×4 2020 (incluyen bono marca y financiamiento):

  • Jimny GLX 1.5 4×4 5mt: CLP $11.290.000 (modelo probado por Rutamotor)
  • Jimny GLX 1.5 4×4 4at: CLP $12.190.000

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Recordemos que este modelo viene a continuar una saga muy exitosa de modelos todo terreno de verdad, desde el año 1970 cuando se presentó el primero de estos, el LJ50, contaba con unas excelentes capacidades todo terreno, una eficiente mecánica, calidad japonesa y un precio ajustado. Continuo en el año 1981 con el estreno del mítico Samurai, que se mantuvo vigente por casi 18 años, hasta que en el 1998 se estrenó su reemplazo y tercera generación, que paso a llamarse Jimny y que en el 2018, luego de 20 años, nos deleita con este totalmente nuevo modelo.

Diseño moderno-clásico

Para renovar este modelo, la marca logro reunir en un solo modelo señas de diseño que recuerdan a las generaciones anteriores, renovando y actualizando un concepto que básicamente está casi inalterado desde su primer modelo hace casi 50 años.

Las dimensiones son muy acotadas, con un largo que apenas llega a los 3.5 metros (3.480 mm para ser exactos), manteniendo detalles simples que recuerdan a sus antepasados, comenzando por los focos principales que recuerdan al LJ50-LJ80, pero actualizados con tecnología LED para bajas y altas, su capot que recuerda al Samurai, la máscara que recuerda al Jimny y las luces traseras insertas en el parachoques, detalles muy característicos del modelo.

Su parabrisas es bastante vertical, pensado para que ingrese menos sol, así como sus ventanas laterales de mayor superficie, que mejoran la sensación de amplitud, un techo y capot planos para mejorar la limpieza de nieve y canaletas en el techo, para que no caiga agua hacia los laterales. Puros detalles simples, pero pensados en hacer más fácil la vida en cualquier terreno, sea desde la ciudad hasta los parajes más inaccesibles.

El diseño de su lateral recuerda fielmente a su concepto original, con un bicolor muy bien logrado, con un techo negro, un color verde intenso en nuestra unidad de prueba, y negro nuevamente en la parte baja de la carrocería, que es de diferente material, con un plástico pensado para el maltrato de ramas u otros posibles agentes del terreno.

La parte final es a mi gusto la mejor lograda, dentro de un conjunto que es sobresaliente por donde se mire, ya que logra rememorar tan bien a los modelos anteriores, con el parachoques que integran las luces, la rueda de repuesto colgada del portalón, que podría pasar perfectamente por un modelo de hace 20 años. Las llantas son de 15 pulgadas, con un juego de neumáticos Dunlop AT en medida 195/80R15, fácilmente mejorables a un juego de mayor ancho y diseño más agresivo.

Interior hermosamente simple

Ingresando a su interior, se vuelve a producir la dualidad de sentir un interior que toma muchos detalles y recuerda al de un Samurai por ejemplo, pero llevado al año 2020 por su equipamiento y mayor tecnología, siempre teniendo en cuenta su concepto de vehículo rudo para el trabajo.

Lo primero que vemos es su tablero de instrumentos que recuerda fielmente al de un Samurai, con dos relojes análogos, un tacómetro a la izquierda y un velocímetro a la derecha, en un bloque cuadrado que tiene hasta los pernos a la vista, con una pantalla central digital para el computador a bordo y el nivel de combustible. El volante es de tres rayos, forrado en cuero, y con controles para la velocidad de crucero y comandos del sistema multimedia.

Al centro vemos una pantalla táctil integrada localmente, pero que cuenta con las funciones más importantes al alcance de la mano, aplicaciones y hasta una útil cámara de retroceso. Bajo esta, nos encontramos con un climatizador que mezcla lo moderno con lo útil, ya que se puede manipular fácilmente hasta con guantes. Siguiendo, nos encontramos con los comandos para los alzavidrios, que están ubicados fuera de la puerta para que esta se pueda mojar o ensuciar sin problemas en situaciones extremas, y dos botones, uno para desconectar el control de estabilidad y otro para activar el control de descenso.

El espacio ha crecido, dentro de lo posible, ofrece unos asientos de mayor confort, asientos traseros reclinables que dejan el piso plano, asientos delanteros reclinables en 100% y que pueden unirse a los traseros. Su maletero mejora la capacidad llegando a los 85 litros que pueden ampliarse hasta los 830 cuando se abaten los asientos traseros y cuenta con una caja bajo el piso, herramientas y enchufe de 12v.

También mantiene muchos detalles útiles y que recuerdan a sus antepasados, como las agarraderas en puertas y para el copiloto en el tablero, con plásticos rugosos que se ven muy duraderos y atractivos. Lo mismo con el tapiz de los asientos, el plástico tras los asientos traseros que permiten dejar una zona plana y fácil de limpiar en caso de llevar más carga.

El equipamiento es bien completo, ofreciendo desde aire acondicionado con climatizador, control crucero, cierre centralizado de puertas, alzavidrios eléctricos, volante regulable en altura, luces automáticas, luces diurnas. La seguridad también ha dado pasos agigantados al compararla con los modelos anteriores, ofreciendo desde los frenos ABS con EBD, control de estabilidad, control de descenso, control de ascenso, anclajes Isofix traseros, inmovilizador y seis airbags de serie.

Tren motriz a toda prueba

Abriendo su capot, nos encontramos con un motor K15B de cuatro cilindros, que es un 15% más liviano que el anterior, con una cilindrada de 1.5 litros, 16 válvulas y que alcanza los 100 Hp a 6.000 rpm, con un torque de 130 Nm a 4.000 rpm. Tiene distribución por cadena, correas de accesorios protegidas, un estanque de resina un 40% más liviano y resistente, y que busca ser lo más simple y fiable posible. Su relación peso potencia alcanza los 11 kg/hp, un 15% mejor que antes.

Se acopla a una robusta caja manual de cinco velocidades, de buenos desarrollos y que se amalgama muy bien a su motor. Alcanza unos eficientes consumos de 13,2 km/l en ciudad y hasta 17,6 km/l en carretera en esta versión, lo que significa además un buen consumo en casi todas las situaciones. Nosotros logramos un consumo mixto en torno a los 13 km/l, pero sacándole el jugo en casi todos los terrenos que lo probamos.

La tracción a las cuatro ruedas es igual de robusta, y viene de la mano del sistema All Grip Pro, con modos 2H, 4H y 4L, seleccionables con una tradicional palanca a diferencia de los botones del Jimny anterior, con reducción en la gama corta de 2.1, que asegura una excelente reducción en manejo todo terreno y que se está haciendo cada vez más escasa en todos los modelos todo terrenos.

Su chasis ha sido rediseñado completamente, pero siempre manteniendo el tradicional esquema de bastidor de largueros y travesaños (tipo escalera), que entrega la rigidez necesaria en off road, mejorando en un 50% la rigidez torsional gracias a la incorporación de una X central y dos miembros transversales. Mantiene los ejes rígidos en ambos puentes, pero un 30% más firmes que los anteriores, con espirales y estabilizadoras de mayor grosor.

La carrocería va montada sobre nuevos anclajes de goma, que mejoran la aislación del habitáculo, la dirección ahora es asistida eléctricamente, contando con un amortiguador para absorber los impactos en todo terreno, los que mejoran mucho la direccionalidad.

Mantiene unos ángulos característicos muy buenos para la práctica de todo terreno puro y duro, con un ángulo de ataque de 37°, salida de 49°, y central de 28°, con una altura al suelo de 210 mm. Los pasos de rueda son grandes, para permitir la monta de neumáticos de mayor tamaño, algo que posiblemente hagan una gran parte de los fanáticos del off road.

Manejo divertido

Llega el momento de manejarlo, y luego de verlo unos minutos por fuera y adentro, acomodarnos en su asiento, conectar el Bluetooth, estamos listos para salir a manejarlo. Encender su motor es simple, engranamos primera y empezamos a conducir.

Para los que nunca han manejado un vehículo así de compacto, es muy fácil de maniobrar en la ciudad dado su ancho y largo acotado, el que se ve complementado con una excelente posición de manejo elevada, con una tremenda visibilidad, y que gracias a los trazos rectos, nos permitirán saber exactamente en donde esta cada lugar de su atractiva y llamativa carrocería. En este color verde lima, llama la atención aún más, y sentimos las miradas de aprobación y sonrisas al pasar por el lado de otros conductores y peatones.

El motor es pequeño, pero para el conjunto total es más que suficiente, super ágil para subir de vueltas y perfectamente conectado a su precisa caja manual de cinco velocidades. Se siente realmente como un Samurai mejorado, con un tacto muy preciso y robusto a la vez. El motor sube de vueltas sin problema hasta las 6.000 rpm, con alegría y con un sonido agradable, que sería mejor si fuera más ronco, pero que posiblemente más de algún jeepero lo modifique.

La ciudad, aunque no sea su hábitat natural, se convierte en un lugar fácil para él, gracias a su agilidad, tamaño que permite estacionarlo en casi cualquier parte, buena altura al suelo que hace que nos olvidemos de cualquier hoyo, y una buena absorción de su suspensión, siempre teniendo en cuenta que se trata de un jeep de verdad con doble eje rígido. Además, el consumo es contenido, fácilmente entregando sobre los 10 km/l en todo uso citadino.

Entrando a autopistas urbanas y carreteras, comienza a sentirme algo menos cómodo, ya que empezamos a sentir su motor más revolucionado que otro vehículo a velocidades de 110-120 km/h, que aunque no tiene problema en llevarla e incluso superiores a esta, empezamos a notar un poco menos de estabilidad. Igualmente es sorprendente lo bien que se desenvuelve en carretera, caminos con curvas lentas y rápidas, en comparación a lo que solía ser un Samurai, con una capacidad de absorción muy elevada y transmitiendo muy poco hacia su habitáculo.

El ruido del viento es muy acotado, mucho menor a lo que podríamos imaginarnos en principio por su forma tan cuadrada. Al cerrar las puertas también se siente muy sólido y algo que me  llamo positivamente la atención es el cierre del portalón, que se siente muy firme, algo importante en este tipo de diseño que soporta bastante peso con la rueda de repuesto colocada ahí.

Listo para la aventura

Pero cuando realmente comenzamos a ver sus capacidades reales, es cuando salimos a caminos secundarios, donde a medida que más roto sea, peor adherencia, más pendiente tengamos, parece sentirse más cómodo y entenderemos porque este tipo de esquema de suspensión, chasis y tracción son los necesarios para la práctica de todo terreno.

En caminos de tierra, la suspensión copia muy bien el terreno, la estabilidad es muy buena (siempre entendiendo que llevamos una distancia entre ejes corta y que esto puede significar reacciones enérgicas), y en caminos con curvas o desniveles, sentiremos que va como en rieles. En caso de necesidad, también tendremos la ayuda del control de estabilidad, que muchas veces de manera silenciosa, nos sacara de algún apuro sin apenas darnos cuenta. Para bajadas empinadas, tenemos también la ayuda del control de descenso.

A medida que empezamos a internarnos en terrenos más rotos, donde no solo necesitamos la tracción en las cuatro ruedas larga (4H) sino que debemos engranas las marchas cortas (4L), sentiremos que el control empieza a tomarlo la mecánica más simple, con una gran reserva de torque para subidas empinadas y freno de motor en bajadas pronunciadas, que nos permitirá afrontar obstáculos muy difíciles de manera muy fácil.

Cuando empezamos a tener pérdidas de adherencias, que en general se deben a los neumáticos más que los recorridos de suspensión o de motor, nos podemos apoyar por su eficiente control de tracción, o por inercia, pero la verdad es que llega a lugares muy complicados de manera tan fácil, que hace difícil imaginarse sus límites, que elevarse fácilmente con unos neumáticos más específicos, un mejor juego de llantas (más anchas por ejemplo para la arena), un levante o quizás un winche y un bloqueo de diferencial, que mejoraría aún más su potencial.

Buscándole los puntos bajos, que son pocos, posiblemente su espacio para más de dos personas, siga siendo algo justo, ya que dos personas y sus maletas deben utilizar posiblemente el espacio de los asientos traseros, pensando en equipo de camping, ropa, etc. Esto hace que en ciudad podamos llevar a dos pasajeros más, pero sin casi nada de equipaje. El estanque de 40 litros también podría ser algo mayor, para así tener una mejor autonomía de viaje cuando estamos en lugares muy lejanos.

En resumen, el Jimny se convierte en un excelente juguete de adultos, que puede convertirse en nuestro compañero de aventuras, de ciudad, pero algo egoísta cuando se trata de un grupo familiar o de amigos. Lo demás, creo que se trata de uno de los mejores lanzamientos de este 2019, con un producto de una excelente calidad, muy buen equipamiento y un diseño que enamora a casi todos. Una carita feliz para Suzuki Jimny!

¿Que te parece el nuevo Suzuki Jimny? Coméntanos…

 

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