Ver un Škoda circulando en las calles de Eslovaquia no es ninguna novedad. Y es que desde la década del 70 la marca checa ha producido allí una serie de modelos -en concreto en su planta de Bratislava- de modo que se trata de autos muy populares. Lo que seguramente no es común, es ver a un perro manejando un Škoda y, al menos, es también lo que ha intentado explicar el dueño de un Kamiq que fue multado por la policía de ese país. Los hechos sucedieron así:
Es la propia policía eslovaca la que relata el caso. Dice que los agentes de la localidad de Šterusy no creían lo que veían a través de los fotorradares: al volante, en lugar de un conductor promedio, aparecía nada menos que un perro de gran tamaño y de pelaje café, que además «manejaba» 11 km/h por sobre el límite de velocidad. Con patente en mano, la policía halló al verdadero conductor del vehículo, un hombre de 31 años, quien explicó que su perro saltó repentinamente a su butaca (y él tampoco lo hizo a un lado o se detuvo para poner las cosas en orden).
La policía detalló que el vehículo no había hecho ningún movimiento errático, pero que de todos modos el hombre fue multado por violar las regulaciones del tránsito (la de velocidad y la de llevar a su perro en sobre las piernas). Como resulta lógico, el organismo recordó que los conductores que lleven animales en sus autos deben viajar siempre con ellos correctamente amarrados al cinturón de seguridad, para velar así por la seguridad de todos (la de ellos y la de humanos).
¿Qué te parece este peculiar caso reportado en Eslovaquia? ¿Tú aseguras bien a tu mascota? ¡Coméntanos!
