En Dodge están en pleno proceso de cambios y renovación de su oferta, por lo que así como han presentado nuevos modelos o versiones, también hay algunos que serán cancelados. Y tal como pasa en la naturaleza, los más amenazados son los más viejos dentro del grupo.
Por eso es que ya dieron la sentencia de muerte al Dodge Journey y al Grand Caravan, ambos con varios años en el mercado. El caso del Journey no es una sorpresa, puesto que está en el mercado desde el año 2008 sin un cambio generacional, y un par de facelift para mantenerlo algo actualizado. La última versión disponible en EEUU (el modelo 2020) estaba disponible con una única motorización, un 2.4 a gasolina que estaba conectado a una caja automática de 4 marchas, en una era donde 8 marchas es casi normal en una caja automática (y en el peor de los casos, una CVT es más fácil de adaptar)
Lo de la Grand Caravan es algo irónico, ya que fue alguna vez el vehículo más vendido de Dodge, e incluso el año pasado en EEUU vendió casi el doble de unidades que el Challenger y la Durango. Sin embargo también está en el mercado desde el 2008, y no tienen planes para una renovación, ya que su lugar (y el de la Chrysler Pacifica) será tomado por la Chrysler Voyager, para limitar la canibalización y competencia del grupo dentro del mismo segmento.
