Una de las categorías de automovilismo «dinosaurio» es la Australian V8 Supercars, que hasta hace no mucho tiempo atrás seguían usando carburador en los motores V8. Pero nuevas reglas acercarán la categoría a tiempos modernos, donde la ayuda híbrida es algo casi común.
Además debemos recalcar que esto es la era post-Holden, quienes saldrán del campeonato el próximo año, pero que junto a Ford fueron durante muchos años las únicas marcas de la categoría. Ahora a Holden la reemplaza Chevrolet, quienes dejaron atrás al Commodore para competir usando un Camaro el año 2022, y plantar cara a su rival de todos los tiempos, el Mustang, que usará Ford como su auto de competición, dejando así de lado al sedán Falcon.
Aunque aún no es algo obligatorio el usar una plataforma híbrida, los autos de tercera generación (cuyo reglamento ya está aprobado) ya tiene listo dentro del nuevo chasis el espacio para las baterías, que además es más corto. La idea final es que, al igual que en casi todas las categorías, reducir el costo general de participación para fomentar a que nuevos competidores se incorporen al campeonato.
Por ahora seguirán usando los motores V8, V6 o 4 en línea que permite el reglamento, ya que no han definido como sería el uso del sistema híbrido: si sería para usar como un golpe de potencia durante la carrera, como una movilidad eléctrica al entrar a pits, o si estaría disponible todo el tiempo.
