Cuando la marca norteamericana Ford estreno la segunda Raptor de su gama, la Ranger, muchos se quedaron pidiendo a gritos un motor de mayor potencia, que estuviera a la altura de su trabajado chasis. Como dice el dicho «solo la leche y el jugo de naranja viene en 2 litros».
Es tanto, que desde su lanzamiento se escucho el rumor de que la marca trabajaría en una versión V8 de la Ranger y que incluso, se vio un prototipo en Australia, pero ad portas de que se renueve por completo, solo un preparador externo iba a trabajar en semejante modificación.
Obra de Killa Kustom
Pero la única manera de lograr algo así de impresionante, además de muchas ganas, conocer a los posibles clientes, y de eso sabe muy bien el preparador australiano Steven Kidley, de Killa Kustom Kables & Conversión, en Queensland, Australia, un país que no solo adora las camionetas, sino que adora modificarlas.
El preparador ya era conocido por instalar un motor V8 LS en una Holden Colorado y una Trailblazer, así que era muy probable que se aventurara a lo que muchos usuarios pedían a gritos, especialmente después de que la marca confirmara que no lo haría.
Más de 1 año de desarrollo
Todo comenzó con un una Ranger Raptor con el motor fundido y un Mustang accidentado, los que iniciaron el proyecto, que tendría mucho trabajo, ya que el motor V8 Coyote de 5.0 litros, es mucho más alto y ancho que el original, lo que implica muchas modificaciones y que literalmente quede justo.
La conversión tiene un costo aproximado de 56.000 dólares australianos, que incluye su homologación en NSW y Queensland, pero este costo podría variar en otros estados. Este valor, no incluye la Ranger Raptor de base, pero si el motor nuevo 5.0 V8 Coyote.
Para la instalación del nuevo motor, se deben utilizar nuevas piezas desarrolladas especialmente, como el sistema de refrigeración, aire acondicionado, nuevas tuberías, integración total de la electrónica, sistema de escape, que además cumple con todas las normas, entre otros puntos.
V8 de 460 Hp
El motor instalado para la primera camioneta desarrollada, fue tomado de un Mustang accidentado, el que ofrece 460 Hp a 7.000 rpm y 570 Nm a 4.600 rpm, los que se acoplan a la caja original de la Ranger Raptor, automática de 10 velocidades, aunque reforzada con piezas del propio Mustang.
Una de las ventajas de este motor, es que es básicamente el mismo del Mustang, por lo que la mantención se puede realizar sin problemas en cualquier concesionario de la marca, con repuestos originales. Y gracias a que este motor pesa casi lo mismo que el diésel original, no cambia mucho el peso.
Pero uno de los desafíos más importantes del proyecto, es que la electrónica de la camioneta se mantuviera original, para así poder conservar los sistemas de seguridad como control de estabilidad, sistema de frenado autónomo, entre otros, para cumplir con la normativa vigente.
Inclusive, se mantiene funcional el sistema Multi Terrain System, el que maneja la calibración del motor, transmisión y sistemas electrónicos del chasis, para adaptarlo a los distintos terrenos, incluyendo el modo Baja, en donde realmente se puede sacar todo el partido del nuevo motor V8.