De seguro conoces el Volkswagen Golf GTI y el peso de llevar ese nombre: un hatchback de performance que cualquiera quisiera. Excepto por quienes han probado la última generación, que es más rápida y mejor en casi todos los aspectos que la versión anterior, pero tiene una gran falla (que se extiende a otros modelos): prácticamente carece de botones físicos, que ha sido reemplazados por táctiles.
En una entrevista, el CEO Thomas Schafer comentó sobre el nuevo Tiguan, y dijo que tendría más botones físicos que en otros modelos existentes de la línea, porque a los clientes no les gustaron los botones táctiles (incluso algunos no son retroiluminados, buena suerte encontrándolos en la noche). Incluso admitió que «fue un error» que «le hizo mucho daño» a la marca.
Esto es un palo a Herbert Diess, anterior CEO de Volkswagen, y uno de los impulsores de la idea de reemplazar los botones físicos por táctiles, aludiendo a disminución de costos de producción y una posible mejor experiencia de uso, por la familiaridad con los controles de los smartphones. Pero han enmendado el camino, y volverán a colocar botones de verdad, al menos para las funciones principales y los controles más comunes, como el volumen o climatizador.