El estreno del primer vehículo eléctrico del gigante Xiaomi, el sedán SU7, no ha estado exento de polémicas y altibajos, pero al final del día resultó ser muy positivo para el gigante asiático, quienes son la primera empresa de electrónica y telecomunicaciones en pasar a la industria automotriz de una forma tan exitosa.
A pesar de que el mercado chino está plagado de marcas y muchísimas opciones, tanto con motorizaciones tradicionales como eléctricas, el SU7 logró vender 90.000 unidades durante las primeras 24 horas de venta y manteniendo una demanda consistente. un hecho notable para ser el primer vehículo que una marca ofrece al mercado.
Esta venta explosiva significa que muchos nuevos dueños tendrán que esperar casi un año para tener su vehículo, lo que también ha hecho que algunos compradores se retracten del negocio a las pocas horas, ante la expectativa y la larga espera que deberán tener.
La mejor sorpresa la tuvieron al abrir la bolsa de valores posterior al lanzamiento del vehículo, que llevó el valor de la compañía a los US$55.200 millones de dólares, dejándola de la noche a la mañana por sobre gigantes de la industria, como Ford y General Motors.
Tras las primeras ventas, surgieron los primeros accidentes con el SU7 como protagonista, donde varias voces alzaron la duda de si el sistema de control de tracción estaba correctamente calibrado, y si era suficiente como para lograr manejar los casi 660 hp que tiene la versión tope de línea.