Las casas rodantes autopropulsadas o de arrastre, son un mercado grande que continúa en expansión en mercados como el norteamericano y australiano, donde una opción común es prepararse para salir de vacaciones al medio de la nada, pero sin perder muchas de las comodidades de la casa. Además, espacio y terreno hay de sobra para perderse un par de días al medio de la nada.
Pero el problema viene con el transporte de éstas. En un mundo que mira a los vehículos eléctricos cada vez más cerca, se tiene el problema de la autonomía que tienen disponibles, y la penalización a la autonomía que significa llevar un carro de arrastre. Pensando en ese problema, dos ex ingenieros de Tesla llegaron a una solución con la Lightship L1, una casa rodante de arrastre eléctricamente asistida, que puede impulsarse para no quitarle energía extra al auto eléctrico.
Para ello cuenta con un motor eléctrico y un kit de baterías de 80 kWh, similar al que tiene un Mercedes Benz EQC. Gracias a ello el llevar el tráiler no implicaría un gasto energético extra para el vehículo, por lo que también se beneficiaría un automóvil con motor a combustión.
Por si no fuera poco, el diseño está hecho para ser hasta tres veces más aerodinámico que un trailer normal, y tiene paneles solares desplegables en el techo de 3 kW, para energizar todos sus aditamentos en el interior y eliminando la necesidad de un generador extra.
Todo suena bonito, hasta llegar al precio. El trailer está programado para comenzar su producción el próximo año, y y los futuros dueños ya pueden reservar uno a un módico precio de USD$5.000, mientras que el precio final se eleva hasta los USD$125.000.
