Chevrolet Silverado 5.3 Z71 Trail Boss 355 Hp 2019 – Referencia inmediata

por Gabriel Baeza

Hace pocas semanas fuimos invitados para conocer la totalmente renovada Chevrolet Silverado 2019, modelo que aterriza luego de más de 100 años de experiencia en vehículos pick up de la marca del corbatín.

Esta nueva Silverado llega en dos versiones, de la que probaremos la “desde”, que realmente no tiene nada que ver con el concepto tradicional que muchas otras marcas llaman versión de entrada, y esto ya que ofrece un nivel de equipamiento, performance de su chasis y diseño que sobresale bastante por sobre sus principales competidoras.

Precios Chevrolet Silverado 2019:

  • Silverado LT Z71 Trail Boss 5.3 8At: CLP $24.390.000 + IVA (Versión probada)
  • Silverado LTZ 5.3 8At: CLP $28.571.428 + IVA

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La nueva Silverado llega completamente rediseñada, mejorando desde su diseño exterior, interior, chasis, motores, terminaciones, eficiencia, sin que esto venga acompañado de una alza de precio, más bien parece lo contrario al ver que la versión testeada se ofrece a un precio de un poco más de 24 millones más IVA.

Comencemos ubicando esta gran camioneta dentro de nuestro mercado, en el que debe competir con modelos de gran renombre como la Ford F150, la Ram 1500 o la Toyota Tundra. La primera es por lejos la más vendida del segmento, gracias a una extensa oferta de versiones y equipamiento disponible, mientras que la Ram 1500 se posiciona como la más costosa del segmento y la Tundra, como de uso algo más profesional que las anteriores.

Diseño robusto

La Silverado 2019 llega con un diseño que se desmarca mucho de su anterior generación, aunque manteniendo algunos detalles que la siguen haciendo reconocible. Comenzando por su imponente frontal, pierde los dos grupos ópticos juntos, para ahora estar separados por una parte del paso de rueda y que se funde con una luz diurna LED en forma de boomerang. Los grupos ópticos con LED, permitiendo que sean más afinados y con una mejor iluminación.

En esta versión Trail Boss, se reemplazan los tradicionales cromados por detalles en negro brillante, que la hacen más agresiva y deportiva (al menos en mi opinión) y que en la unidad probada de color blanco, destacan mucho más, al igual que algunos pocos detalles en color rojo, como los logos o los ganchos de remolque delanteros.

La línea lateral nos permite ver la gran altura y líneas cuadradas generales, con un imponente capo que se funde suavemente con su parabrisas, formando una amplia doble cabina, para luego seguir en su pick up. Sus llantas negras de 18 pulgadas, calzan unos imponentes neumáticos en medida 275/65R18  Goodyear Duratrac Mud terrain, que asegurarán la tracción en los terrenos más exigentes fuera del asfalto.

Finalizando con la parte trasera, nos encontramos con un tratamiento similar al de los focos delanteros, en donde se funde el paso de rueda entre los focos, dando una forma mucho más orgánica. En el portalón nos encontramos con un gran logo de la marca, un parachoques negro con dos peldaños, uno en cada extremo, dos escapes rectangulares, junto con el equipo de remolque americano original.

Dentro del equipamiento exterior más destacable de esta versión “de entrada”, nos encontramos con un paquete Z71 Off-Road,  espejos exteriores eléctricos, calefaccionados y con detector de punto ciego, luces LED para iluminación de Pick Up y Kit de arrastre (incluye ganchos y conectores), sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara trasera, apertura del portalón con control remoto, por mencionar lo principal.

Sus dimensiones son enormes. Cuenta con un largo de 5.885 mm, un ancho de 2.062 mm, un alto de 1.980 mm, con una distancia entre ejes de 3.747 mm. La capacidad  de carga alcanza los 798 kg, con un peso bruto vehicular de 3.130 kg. La capacidad del estanque es de 91 litros, mientras que la de carga en el pick up logra 1.353 litros.

Interior continuista

Si bien su exterior cambia radicalmente, el interior, aunque completamente nuevo, recuerda mucho más al de la anterior generación, lo que no necesariamente es algo negativo. Comenzando por su volante multifunción, que integra muchos comandos para el computador a bordo, control crucero, esta forrado en cuero y cuenta don elegantes detalles de aluminio.

El tablero de instrumentos es bien tradicional  y moderno a la vez. Ofrece dos grandes relojes principales, un tacómetro a la izquierda que muestra cuando el motor se apaga por su sistema Start&stop, un ralentí muy bajo de casi 200 rpm y una zona roja que llega antes de las 6.000 rpm. A la derecha, un velocímetro y entre ellos arriba, cuatro relojes para la presión de aceite, nivel de combustible, temperatura de refrigerante, y nivel de carga de batería. Para finalizar, cuenta con una pantalla a color de su computador a bordo, que entrega mucha información útil en todo momento.

Los controles al lado izquierdo permiten controlar la tracción, que tiene cuatro modos (Auto, 2H, 4H y 4L), así como las luces de la zona de carga, modos de manejo, mientras que al centro encontramos el botón de encendido, pantalla multifunción de su sistema MyLink de tercera generación con seis parlantes, climatizador de dos zonas, tapiz de cuero, regulación eléctrica de asientos y calefacción, sunroof eléctrico, espejo foto cromático, freno de remolque, múltiples enchuches USB y hasta uno de 220 V. Este equipamiento “de entrada”, es realmente completo, y debería ayudarles a entender a algunas marcas que si se puede ofrecer un completo equipamiento en versiones de entrada (atento Toyota Chile o Kia, por nombrar algunas que muchas veces no quieren entender esto).

Los asientos permiten acomodar hasta 6 adultos, con unos asientos delanteros separados, donde el central es abatible y se convierte en una práctica mesita apoyabrazos. El espacio es tremendo y en este sentido, se coloca como una real opción para familias grandes, que deben llevar adultos en el asiento trasero.

En aspectos de seguridad, posee 6 airbags, frenos de disco ABS con EBD en las 4 ruedas y control de descenso, sistema de monitoreo de presión de neumáticos (TPMS), de diagnóstico de frenos (que alerta sobre el desgaste de pastillas por ejemplo), sistema de frenado automático a bajas velocidades y asistencia de estacionamiento frontal y trasera.

Motor clásico V8

Bajo su capo, ofrece un nuevo motor Ecotec3 V8 de 5.3 L con sistema Dynamic Fuel Management (DFM), que entrega una potencia de 355 HP a 5.600 rpm y un torque de 518 Nm a 4.100 rpm. Gracias a su nuevo sistema DFM, puede desconectar hasta 7 cilindros de manera independiente, en hasta 17 configuraciones, para mejorar el rendimiento de consumo y torque. Se acopla a una nueva caja automática de ocho velocidades.

Cuenta con una distancia mínima al suelo de 27,4 cm, un ángulo de ataque de 28,7°, uno de salida de 27,2°, sumado a su suspensión Z71 X con amortiguadores Rancho, kit de levante original de 2 pulgadas, pick up con cubrimiento Durabed Spray-in Chevytec, con mejor resistencia.

Su nuevo chasis logra disminuir el peso total en cerca de 200 kg, gracias al uso extendido de aluminio y de acero de alta resistencia. Mejora su coeficiente aerodinámico en un 7,5%, e integra detalles como la grilla activa que puede cerrarse o abrirse según la necesidad. Con esto, logra un excelente consumo homologado (para su potencia y cilindrada) de 7.0 km/l en ciudad, de 11 km/l  en carretera, con un mixto de 9,1 km/l. Nosotros logramos un promedio cercano a los 6.5 km/l en ciudad y 10 en autopista, pero tampoco cuidando mucho el consumo.

Manejo mejorado

Pero vamos a manejarla. Basta apretar un botón para escuchar un leve rugido se su motor V8, algo siempre sinfónico para nuestros oídos. La verdad es que la suavidad de este motor sorprende y logra niveles al ralentí que llega a parecer que está apagado, con la aguja prácticamente en las 100 o 200 rpm (cuando se detiene llega al Autostop). Engranamos Drive en su caja de cambios en la columna de dirección, algo muy tradicional en este modelo y comenzamos a manejar.

El manejo en la ciudad tiene su dificultad, principalmente por sus grandes dimensiones, con casi seis metros de largo, dos de ancho y dos de alto, la que hacen muy difícil maniobrar en algunos estacionamientos. La suavidad de operación, sensores de proximidad delanteros y traseros junto con una cámara trasera, ayudan a solventar algo, pero hay que entender que en ciertos lugares simplemente no entra.

Cuando ya circulamos en ciudad, sentimos que nos acercamos a los vehículos a nuestro alrededor, pero esta sensación viene dada por las grandes dimensiones, especialmente en calles más estrechas. Pero la verdad, es que acostumbrados a sus dimensiones, se mueve por lugares sorprendentes.

Los trayectos por carretera o autopista son tremendamente suaves, donde apenas tendremos sensación de la velocidad a la que circulamos gracias a su rígida estructura, buena aislación del camino, donde solamente el dibujo de los neumáticos produce un mayor ruido y un andar algo menos suave debido a su compuesto y agresivo diseño.

La suavidad de marcha es sobresaliente en general, y debemos decir que se aumenta gracias a los grandes neumáticos, con llantas de 18 pulgadas, junto con los amortiguadores Rancho, que absorben casi todo lo que ocurre bajo nuestro.

No pensemos que se trata de una Ford F150 Raptor, pero para ser una camioneta sin equipo especial, entrega un look y varios detalles que le permiten salir del asfalto sin problemas. Comenzando por su sistema de tracción en las cuatro ruedas con caja reductora, ayudado por la excelente altura libre superior a los 270 mm, los neumáticos MT (incluso algo exagerados en la mayoría de los terrenos que no sean barro, muy rotos, con piedras o tierra suelta), estamos arriba de una de las camionetas estándar mejor preparadas para circular por caminos malos. Solo se ve afectada por su gran peso y tamaño.

En caminos malos, la absorción es impresionante, donde sí sentiremos las grandes inercias y la altura al suelo si queremos ir algo más rápido en caminos sueltos. En estas situaciones, lo mejor es conectar la tracción a las cuatro ruedas, lo que mejorará la tracción y la estabilidad general. Los frenos cumplen de muy buena manera, aunque tienen un tacto algo sensible en el primer momento al tocarlo, especialmente al muy baja velocidad.

Para terrenos aun más difícil, tendremos aun la posibilidad de engranar la reductora, que convierte casi en un gran tractor a la Silverado, donde solamente estaremos limitados por su gran tamaño, que a veces no nos permite maniobrar o simplemente no cabe en ciertos caminos muy secundarios.

Volviendo a los caminos asfaltados, sentiremos nuevamente la gran suavidad, estabilidad y sensación de que podemos recorrer muchos kilómetros casi sin cansar a sus ocupantes. La gran zona de carga nos permitirá llevar todo lo que necesitemos, sea carga, equipamiento deportivo u otros vehículos motorizados menores, como motos o buggies.

Como punto débil, la verdad es que cuesta encontrarle a una camioneta tan bien configurada por equipamiento, tren motriz y capacidades generales, donde solamente extrañaremos algunos pequeños detalles de mejor calidad (como algunos plásticos), algo de equipamiento de confort (que si están disponibles en la versión LTZ) o un tamaño un poco menos gigante.

La conclusión general es que realmente Chevrolet se ha lucido con esta nueva Silverado, que llega a posicionarse igual o por encima de su competencia, a un nivel de precio y equipamiento realmente sorprendente, sin que extrañemos casi nada en esta hermosa y polivalente versión Trail Boss. Bien por Chevrolet, que tardo en renovar, pero que valió totalmente la espera.

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