El AdBlue es una solución compuesta principalmente de urea y agua desmineralizada. Se almacena en un depósito separado en los vehículos diésel modernos y se inyecta en el sistema de escape antes del catalizador SCR (Reducción Catalítica Selectiva). La función principal del AdBlue es reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) producidas por el motor diésel durante la combustión.
Proceso de reducción de emisiones con AdBlue:
Inyección en el escape: Cuando el vehículo está en funcionamiento, la unidad de control electrónica del motor calcula la cantidad adecuada de AdBlue requerida para neutralizar las emisiones de NOx. Luego, el AdBlue se inyecta en el sistema de escape, específicamente antes del catalizador SCR.
Reacción química: En el catalizador SCR, el AdBlue se convierte en amoniaco (NH3) debido a la descomposición térmica de la urea. El amoniaco actúa como un agente reductor.
Reducción de NOx: Cuando los gases de escape con NOx pasan a través del catalizador SCR, el amoniaco reacciona con los óxidos de nitrógeno en el escape y los convierte en nitrógeno (N2) y vapor de agua (H2O), ambos compuestos inofensivos.
Importancia del AdBlue en la reducción de emisiones
La adopción del AdBlue es de vital importancia para reducir significativamente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en los vehículos diésel. Estas emisiones son una de las principales causas de la contaminación del aire y contribuyen al smog y la formación de partículas nocivas en la atmósfera. Al emplear el AdBlue junto con la tecnología SCR, los fabricantes de vehículos pueden cumplir con las estrictas regulaciones de emisiones establecidas por organismos reguladores y gobiernos en todo el mundo.
Además de su función esencial en la reducción de emisiones, el uso de AdBlue también puede tener beneficios adicionales, como una mejora en el rendimiento del motor y una mayor eficiencia de combustible.
