Cuando Ferrari anunció lo que era un secreto a voces, que desarrollaría un vehículo tipo SUV o crossover, no fue una sorpresa para nadie, a pesar de que iba en contra de todo lo que la marca representaba. Pero los excelentes resultados financieros de Porsche con el Cayenne (y Macan), la exitosa apuesta de Lamborghini con el Urus, y el ingreso a ese segmento de otras marcas como Bentley y Rolls-Royce, hacían casi obvio ese movimiento.
Y tuvieron razón, ya que desde su presentación el Purosangue se ha vendido tan bien como televisor a sobreprecio en cybermonday que ya tienen vendida y asignada la producción del SUV deportivo por los próximos dos años, por lo que dejaron de recibir temporalmente órdenes de compra para el modelo.
Pero a diferencia de los casos en las otras marcas, Ferrari a propósito ha limitado la producción del modelo, ya que no quieren que el Purosangue sea más del 20% del total de su producción anual, lo que también hará que mantenga su status de exótico y con listas de espera lasrga.