Mitsubishi no la ha pasado bien desde hace mucho tiempo. De ser una marca generalista conocida por sus todo terreno, camionetas y sedanes accesibles, ahora está prácticamente sobreviviendo gracias a la plataforma de su camioneta. Pero a pesar de su desamparo, en un momento fue un pionero en el mercado, al ofrecer uno de los primeros eléctricos producidos en masa.
El i-MiEV es parte de la primera camada de eléctricos compactos que llegó al mercado. Con una tecnología en pañales, tenía una autonomía de casi 150 kilómetros y una potencia de 63 hp, lo que junto a un alto costo (por lo nuevo de la tecnología aplicada) y un interior sacado de un auto económico, lo hacían casi una curiosidad. Y a pesar que los autos eléctricos han avanzado mucho en la última década, se mantenía a la venta en algunos mercados (incluso durante un tiempo estuvo también en Chile, a un precio que no podríamos catalogar como «atractivo», ni siquiera «llamativo»).
Sin embargo ya no tiene cómo competir contra otros eléctricos, más rápidos, con el triple de autonomía, más espacio interior y de igual o menor valor. Por eso es que el i-MiEV se irá al cielo de los eléctricos a fines de este año, cuando sea descontinuado a nivel global, tras 11 años de venta.
