José Ignacio Gutiérrez, enviado especial a China.
En el marco del 20º Salón de Shanghái, el grupo automotor Great Wall Motors (GMW) presentó una hoja de ruta por donde navegará los siguientes años, en los que apunta a robustecer su oferta electrificada en todos los segmentos en los que hoy compite (camionetas, SUVs, todoterrenos y eléctricos citadinos). Antes de 2025 el conglomerado asiático promete poner 50 vehículos con la filosofía NEV (New Energy Vehicle) para que sobre el 80% de sus ventas de las marcas Ute, Ora, Haval y Tank sean precisamente automóviles con algún grado de integración ecológica.
El holding chino -el primero del origen que desembarcó en Chile en 2007, con modelos como el Great Wall Hover o las camionetas Socool y Wingle- basará su nueva era sobre tres puntos clave: los motores eléctricos, la gestión electrónica y las baterías. Respecto de las pilas, GWM va a fortalecer la sociedad con el especialista SVOLT, que en 2022 ya se posiciono como el décimo fabricante de baterías a nivel mundial.
Reales tanques
Iniciando con Tank -la marca de GWM dedicada al off-road y que da vida a modelos 4×4 con chasis de tipo escalera- aterrizará en los mercados de ultramar (como en Chile) con una binomio conformado por el Tank 300 y el Tank 500.
El primero, de 4,76 metros de largo (2.750 mm de batalla), estará disponible en variantes híbrida convencional o híbrida enchufable y montará un motor turboalimentado de 2.0 litros y cuatro cilindros, que funciona en sociedad con propulsores de 70 kW -en el caso de los híbridos sin recarga exterior- o de 130 kW para el Tank 300 con toma de corriente. De esta forma, las potencias combinadas pueden llegar hasta los 349 Hp y 615 Nm.
A la venta actualmente en mercados como el de Australia y Nueva Zelanda, el modelo obtuvo en 2022 la máxima puntuación en pruebas de impacto de Ancap, el equivalente a Euro NCAP en esa región. Entre los elementos de base que lo hicieron acreedor de las cinco estrellas se cuentan el control crucero adaptativo, el frenado autónomo de emergencia y la alerta de cambio de carril con mantenimiento activo.
En el caso del Tank 500, se trata de un vehículo que comparte la base P71 body-on-frame y filosofía de su hermano menor, aunque crece hasta los 4,87 metros entre parachoques. La única alternativa mecánica descansa en un motor bencinero turboasistido V6 de 3.0 litros, que -ayudado por un conjunto mild-hybrid- rinde 260 kW y 500 Nm de torque máximo.
Destaca por contar con tres pantallas repartidas en el habitáculo. Una de 12.3” que funciona como panel de instrumentos, otra de 14.6” sobre la que descansa la central de infoentretención y un tercer display de 7” ubicado en el apoyabrazo trasero, que es desmontable para que los pasajeros puedan jugar o ver, por ejemplo, una serie de televisión. Tanto la primera como la segunda fila cuentan con ajuste eléctrico y función de masajes de hasta ocho puntos. En las plazas traseras hay 975 mm de respaldo, para una sensación cabal de cabina premium.
La transmisión en cualquier caso será una automática de nueve marchas con convertidor de par, especialmente desarrollada para soportar la fuerza de torsión y ser altamente suave y eficiente.
Ora: el eléctrico citadino que hace falta
Por el lado de Ora, la marca de GWM que nació como 100% eléctrica, se exhibieron en la capital financiera china el tradicional subcompacto Ora y también su hermano de estilo coupé Ora Sport.
El Ora a secas es un subcompacto de 4,23 metros de largo que emplea la arquitectura Global Pure Electric Platform. Se mueve por un único motor delantero de 126 kW y 250 Nm de par instantáneo para autonomías máximas de 320 km o 420 km, según si se configura con un pack de baterías de 48 o de 63 kWh de capacidad.
Puertas adentro, este primer integrante de Ora -que como el Tank 300 obtuvo cinco estrellas, esta vez en Euro NCAP- llama la atención por un diseño totalmente retro, con un volante de dos radios, una tapicería en cuero y un tablero muy minimalistas. Tal vez si lo único moderno del habitáculo, reside en una pantalla dual de 10.25” en la que se proyectan el panel de instrumentos y el infotainment.
El Ora de corte deportivo
También conocimos en el gran autoshow oriental el Ora Sport. Más grande y con carrocería de coupé, esta es una reinterpretación más audaz tanto en términos mecánicos como de diseño. Así, exhibe una silueta que sigue las líneas de la aerodinámica para marcar apenas 0.22 en coeficiente de oposición al viento. Estéticamente, llama la atención por un conjunto vidriado lateral sin marco, que genera la ilusión unificada entre las tres ventanillas. Otro rasgo de esa citada osadía en la pluma de diseño, es el sunroof que se fusiona directamente con lo que en cualquier otro auto sería la luneta.
Siguiendo su línea deportiva exterior, puertas adentro el Ora Sport cuenta con un tablero en forma de T, un volante de aro grueso, un panel de instrumentos en formato de tres relojes grandes y comandos en la consola central al estilo de los purasangres de pista.
Mecánicamente, el Ora Sport puede estar impulsado por un solo motor de 150 kW y 340 Nm o por dos bloques -uno por eje- que en conjunto desarrollan 300 kW y 680 Nm para un 0 a 100 km/h de apenas 4,3 segundos.
El Ora Sport no solo es un deportivo de emotivo andar, sino que también se precia de un alto grado de seguridad activa. Su sistema de cámaras y radares es capaz de identificar incluso a 50 metros un objeto de 10×15 cm.
¿Qué te parecen los adelantos que tal vez muy pronto veamos por el país? ¡Coméntanos!
