Audi presentó el RS 6 Avant GT, la obra cúlmine de los deportivos en formato de station wagon. El modelo es una edición especial –por sobre el RS 6 Avant Performance– que se producirá en un número de apenas 660 unidades. En el aspecto técnico, varias características definen su exclusivo pedigrí: es un tracción integral de 5 metros de largo, impulsado por un motor gasolinero de ocho cilindros en V, con doble turbocompresor que desarrolla 630 caballos y 850 Nm de torque entre 2.300 y 4.500 rpm. Su precio también habla de su condición de fruta muy codiciada: vale € 266.750 (unos $ 274 millones).
La marca de Ingolstadt no escatima en apelativos a la hora de calificar al nuevo RS 6 Avant GT. Dice que es el modelo cumbre y que ello se hace sentir en elementos como un spoiler, un difusor, en llantas de 22 pulgadas (neumáticos Continental Sport Contact 7 en medida 285/30), en butacas deportivas y en una numeración individual en la consola central. Asimismo, pone sobre la mesa el hecho de que esta bomba de tracción total quattro con diferencial deportivo autoblocante cuente con suspensión coilover ajustable. La potencia al piso entre los ejes delantero y trasero va en una relación de 40:60. De todos modos, hasta un 70% puede enviarse al eje delantero y hasta un 85% al trasero.
Respecto de su livery, desde Alemania explican que está basado en el legendario Audi 90 quattro IMSA GTO de 1989, un modelo que también fue la inspiración para que en 2020 un grupo de aprendices, con apoyo del Audi Design, diera vida al conceptual RS 6 GTO. Ahora aquel trabajo de algún modo cobra vida con el RS 6 Avant GT de calle.
En el plano mecánico, lo ya dicho: el motor del nuevo RS 6 Avant GT es el 4.0 TFSI que rinde una potencia de 630 caballos y alcanza un par máximo de 850 Nm. Esto supone un aumento de 30 Hp y 50 Nm en comparación con el modelo base RS 6 Avant. En la práctica, el familiar de alto desempeño acelera de 0 a 100 km/h en 3.3 segundos (3 décimas más rápido que el RS 6 Avant) y para alcanzar una velocidad de 200 km/h desde parado apenas necesita 10,5 segundos (1.5s menos que el modelo estándar). La velocidad máxima es de 305 km/h y se integra un sistema de frenos cerámicos RS de manera de calmar con fuerza los mencionados impulsados. La transmisión es una automática Tiptronic de ocho velocidades con tiempos de cambio optimizados.
¿Qué te parece lo más reciente de Audi para quienes siguen enarbolando las banderas de los station wagon? ¡Coméntanos!
