El deportivo Alpine, un brazo derivado de Renault, presentó su primero modelo eléctrico, el A110 E-ternité, para mostrar que mantendrá su existencia incluso cuando se deje de utilizar la gasolina, y que marca también el 60vo aniversario del A110 clásico.
Este primer prototipo tiene líneas clásicas de la marca, que prácticamente repite el modelo actual pero le agrega algunos retoques y modificaciones para verse más moderno. Cuenta con un kit de baterías de 60 kWh, el mismo del Megane E-tech, pero adaptado para una óptima distribución de peso en el A110 eléctrico, dejando la mitad del kit adelante y la otra atrás, en lugar de posicionarlas bajo el piso.
El kit de baterías pesa 392 kg, pero gracias a optimizaciones el vehículo en total pesa solamente 258 kg más que la versión con motor a combustión, algo aceptable considerando que tiene una autonomía cercana a los 420 kilómetros. El motor va montado en el eje trasero, y es de 239 hp y 300 Nm.
Por ahora este modelo es un prototipo que adelanta lo que será el futuro de la marca, con el que seguirán haciendo pruebas para afinar su tecnología y mejorar la puesta a punto del vehículo, que sigue la misma ideología de Lotus (o seguía), de mejorar la maniobrabilidad y agilidad del modelo, reduciendo peso en lugar de aumentar potencia.