Un estudio en Alemania indicó que para sorpresa de nadie China subsidia sus industrias entre tres a nueve veces lo que lo hacen otros países, incluyendo Alemania y EEUU. Uno de los principales beneficiados con esto ha sido BYD, quienes han crecido exponencialmente hasta transformarse el año pasado en el primer fabricante de autos eléctricos del mundo, superando a Tesla.
De acuerdo con el estudio, BYD recibió cerca de 230 millones de dólares en subsidios directos, que aumentó a 2260 millones de dólares para el año 2022, siendo la empresa automotriz china que recibió el mayor subsidio gubernamental. Además de eso, recibían incentivos indirectos, mediante subsidios e incentivos que le daban a los usuarios compradores de sus baterías, lo que estimulaba a que vendieran más unidades.
Pero esto no se detiene allí, ya que de acuerdo al estudio, el 99% de empresas chinas recibió algún grado de subsidio o incentivo gubernamental el año 2022. Así cualquiera.
Esto sale a la luz por los alegatos y solicitudes de sobreimpuestos a los vehículos chinos que se están pidiendo en la Unión Europea y EEUU, ya que la industria local no podría competir en precios frente a vehículos que llegan a venderse muy por bajo el valor de fabricación real, algo que (sobre todo ahora) es bastante familiar, incluso por estos lados del mundo.