Este 2 de agosto Toyota se jugó con un doble estreno en Japón, en el que presentó oficialmente el Land Cruiser 250 de nueva generación (conocido con el apellido Prado en ciertos mercados) y también aprovechó para mostrar la renovación del clásico Land Cruiser 70, el que aún da la pelea en países de África, Asia y Oceanía, donde este tipo de rudos siguen siendo un fiel aliado para enfrentar cualquier adversidad en la ruta. Esta versión, la más clásica de la familia, volverá a ofrecerse en su país natal.
En la develación del Land Cruiser 250, Toyota sacó lustre a su longeva historia que ya se empina por los 72 años. Presentado en agosto de 1951, el 4×4 se convirtió en el primer vehículo en trepar las seis estaciones del Monte Fuji, sentando un verdadero precedente y convirtiéndose por antonomasia en el referente para todo aquel que quiera vestirse con el traje de ‘todoterreno’.
En esta nueva generación, el Land Cruiser Serie 250 se sustenta en la derivación GA-F de la conocida plataforma TNGA (al igual que el Serie 300, la camioneta Tundra y su derivación SUV Sequoia). Mide 4.925 mm de largo, 1.980 mm de ancho y 1.870 mm de alto, con un intereje de 2.850 mm. La firma nipona dice que con su nuevo ADN, el 250 posee una rigidez de chasis 50% superior y 30% más resistente en la torsión a nivel general comparado con su predecesor (en Chile desde 2017). Asimismo, se trabajó en la adopción de tecnologías como EPS (Electronic Power Steering), que reduce la pérdida del control de la dirección en situaciones críticas; en el SDM (Stabilizer Disconnect Mechanism), una función accionada por el conductor y que permite cambiar el estado de la barra estabilizadora delantero (activarla o desactivarla) y mejoras en los sistemas Multi-Terrain Monitor y Multi-Terrain Select.
Serie 300, Serie 70 y Serie 250.
El esperado Toyota Land Cruiser 250 estará en una multiplicidad de motorizaciones, atendiendo al mercado al cual esté destinado. Así, podrá hallarse en gasolina, en diésel híbrido suave y también en híbrido convencional.
Los bencineros arrancan con el bloque aspirado 2.7 litros de cuatro cilindros, que desarrolla 163 Hp y 246 Nm de par, y que se gestiona mediante una caja automática de seis cambios. Luego se pasa al motor turbo 2.4 litros de cuatro cilindros, que salta a 281 caballos y 430 Nm de par máximo, y funciona en armonía con una transmisión automática de ocho relaciones. En los ‘petroleros’ la opción es el 2.8 turbodiésel que desarrolla 204 Hp y 500 Nm, y que nuevamente recurre a la caja AT8. De acuerdo con el mercado podrá estar asistido (o no) por un sistema de hibridación suave de 48 voltios. Finalmente, la alternativa más capaz –y que copia la mecánica de la Toyota Tacoma 2023– es el Land Cruiser 250 híbrido I-Force Max con bloque bencinero 2.4 litros turbo, una combinación térmico-eléctrica que permite 330 caballos y un enorme torque de 630 Nm de par máximo. Se repite la transmisión de ocho cambios.
Como verás en la primera imagen hay versiones con faros redondos y con focos más convencionales, en cualquier caso de tipo LED. Los de inspiración retro son por ahora exclusivos de la edición limitada First Edition y se incorporarán a lo largo de esta generación en cortes seleccionados.
¿Qué te parece el nuevo Toyota Land Cruiser 250, heredero de casi siete décadas? ¡Coméntanos!
