A Lancia lo han lanzado de golpe hacia el futuro. Tras más de una década con un único y anticuado modelo (el Ypsilon, sólo para el mercado italiano, y basado en una plataforma Fiat de hatchback), bajo el mando de Stellantis se han puesto las pilas para acercarse a la era de la electrificación.
El nombre proviene del nuevo lenguaje de diseño, «puro y radical», y HPE es High Performance Electric, tal como fue el nombre del Beta HPE concepto de 1970, pero era High Performance Estate. Hablando del futuro, está fabricado en materiales sustentables y reciclados, y su interior fue desarrollado en conjunto con una conocida empresa italiana de muebles, Cassina, para darle el aspecto «de una típica casa italiana».
Su plataforma motriz dista algo de su aspecto radical, ya que han aprovechado este concepto para probar la que ocupará la tan necesaria renovación del Ypsilon. Los números que mencionan prometen mucho, lo que hace también dudar de que tan cierto será. La autonomía esperada es de unos 700 kilómetros, una carga total en cerca de 10 minutos, pero la potencia, tracción y arquitectura eléctrica no fue desclasificada por ahora.
Este nuevo Pu+Ra también da los primeros indicios de lo que será el tope de gama de Lancia, el Gamma. Este nombre ya estuvo disponible en la línea de Lancia entre las décadas de 1970 y 1980, y se espera que el nuevo modelo sea una mezcla entre un crossover y un station wagon, algo similar al Citroen C5 X.
