Aunque el parque automotriz se ha transformado en un mar interminable de SUV y crossovers (y camionetas últimamente), algunas marcas se niegan a abandonar sus modelos compactos y más accesibles. Ese es el caso de Renault, que aunque se ha visto forzada a tomar ese mismo rumbo, no ha dejado de lado a sus vehículos más pequeños.
Uno de ellos es el emblemático Clio, que obtuvo su actualización de media vida con un facelift para su quinta generación. Manteniendo su base en la plataforma CMF-B, no tiene muchos cambios a nivel mecánico. Sus medidas siguen iguales (4 metros de largo y 1.44 metros de alto), aunque aumenta su ancho, pasando de 1.8 metros a 2 metros tras el facelift.
Las opciones motrices son variadas y dependen del mercado donde estén disponibles. Entre ellas, destaca la híbrida E-Tech, que vuelve al modelo gracias al motor a combustión de 1.6 litros y 94 hp, ayudado por dos motores eléctricos para una potencia conjunta de 145 hp.
Pero el principal cambio va en el frontal (como suele suceder), donde se actualiza el aspecto para dejarlo en línea con los últimos lanzamientos de Renault, como el Espace. En la parte trasera, los focos son los que tienen las modificaciones principales, con leves retoques para diferenciarlo del modelo previo.
