La primavera ya está instalada en el hemisferio sur y las altas temperaturas arrecian en buena parte del país. La pregunta resulta entonces evidente: si previo a la llegada del verano los termómetros rondan los 35ºC de máxima, ¿a cuánto llegaremos en enero y febrero? En ese contexto, es casi inevitable que hoy se recurra inevitablemente al aire acondicionado (o climatizador) para moverse en automóvil… pero, ¿te ha sucedido que accionas la perilla u oprimes el botón A/C y de inmediato un desagradable olor se apodera del habitáculo? ¿Sabes de dónde viene y cómo se resuelve? Aquí vamos:
Lo primero: como es bien sabido, el sistema de aire acondicionado de un vehículo funciona mediante un compresor unido al motor térmico a través una correa. Este dispositivo emplea aceites y gases refrigerantes que son necesarios cambiar y rellenar -por regla general- cada dos años.
También cumple un rol central el condensador, que, a su vez, recibe el gas comprimido en la primera etapa, para enfriarlo hasta dejarlo en estado líquido para que entre en un sistema de válvulas que vuelve a bajarle temperatura. Luego, este líquido transita hacia un evaporador que lo convierte otra vez en estado gaseoso para que finalmente quede listo para entrar en el habitáculo. En este último paso, el aire frío atraviesa un filtro de cabina que retiene impurezas y entonces sale por los aireadores del habitáculo, conducido por tuberías que van escondidas en el tablero, pilares y techo. ¿Y el mal olor?
Es común que con el tiempo el sistema de tuberías que conduce el aire comience a alojar microorganismos que incluso son capaces de producir moho, un hongo cuyo hábitat son precisamente los lugares húmedos y de escasa luminosidad. Son estos seres fungi los que provocan los malos olores y que entonces se hace necesario eliminar.
La solución al mal olor del aire acondicionado
La manera más sencilla de eliminar los microorganismos, es rociar con spray desinfectante (de esos populares durante la pandemia y que matan el 99,9% de hongos, virus y bacterias) todas las salidas de aire que existan en el habitáculo, así como también la boca de entrada del aire, que se encuentra entre el parabrisas y el capó, generalmente cargado sobre el costado del copiloto. Ahora se debe encender el aire acondicionado por unos 10 minutos a máxima potencia -cinco con toma de aire desde el exterior y cinco en recirculación-, para que este desinfectante vaya cumpliendo a su paso con el objetivo.
Si lo anterior no resulta, existen en tiendas para automóviles sprays específicos para esta misión. Consisten en una lata que puede abrirse permanentemente hasta el vaciado completo del contenido (tienen una lengua de plástico para que lo acciones y te alejes). Se deja en el centro del habitáculo, con el motor andando, las ventanas cerradas, el aire acondicionado funcionando a toda potencia y en recirculación durante 15 minutos (siempre con el auto vacío). Eso debería bastar para matar a los enemigos. Luego, será necesario ventilar la cabina con las ventanas completamente abajo durante 20 minutos.
También es necesario chequear el estado del filtro de cabina, que generalmente se encuentra por debajo de la guantera. Estos elementos, encargados de atrapar impurezas del exterior y los generados por el propio proceso del aire acondicionado, deben cambiarse cada 15 mil km.
Y tú, ¿has sufrido esta molesta sensación en tu automóvil? ¿Te pasa ahora mismo? Prueba con estos consejos y coméntanos.
