El segmento de entrada de Audi tuvo un recorte completo, ya que siguiendo la confirmación de hace un tiempo sobre la cancelación del A1, el modelo más pequeño de la marca, le sigue al mismo destino el Q2, el SUV más pequeño que dispone Audi.
La idea detrás de esto es elevarle la categoría a la marca alemana y reinstalarla en un lugar más arriba, por lo que el nuevo modelo de entrada volverá a ser el A3 y Q3, achicando el rango de vehículos pequeños, y expandiendo la línea de modelos hacia arriba, es decir en los vehículos más grandes, donde aún tienen espacio para crecer… se supone.
Además, el ahorro que se produce al no tener que desarrollar nuevas generaciones ambos modelos (que comparten plataforma común) se redestinará al desarrollo de autos eléctricos y más grandes, que tienen un mayor margen de ganancia por auto vendido, como lo son el próximo Q6 e-tron eléctrico. También se debe que mucho interés en el segmento de los subcompactos premium no hay, ya que ni BMW ni Mercedes Benz tienen alguna oferta en dicho segmento, y es bien sabido que cuando hay un nicho de ventas las marcas se van a copiar, sino miren al X6 y al GLE.
