Finalmente la electromovilidad llegó a uno de los segmentos más reticentes a los cambios y actualizaciones, donde las renovaciones tardan más en aparecer y prefieren mantener lo clásico por sobre la última tendencia: el superlujo. Esto de la mano de Rolls-Royce, quien presentó al Spectre, un coupé de superlujo que se define como «un yate con ruedas».
Si lo vemos en cuanto a peso anda cerca, ya que el número final del Spectre son 2.975 kg, siendo 700 kg sólo en baterías, las que van alojadas en el piso entre ejes, espacio de más de 3 metros de largo. Además está construido sobre un nuevo chasis de aluminio, que es un 30% más rígido que el de cualquier otro vehículo de la marca.
A pesar de que desde Rolls-Royce han entregado poca información técnica, se sabe que tiene 577 hp y 900 Nm, y puede llegar a los 100 km/h en 4.5 segundos. No son números increíbles, pero el elevado torque es lo que le permite tener un andar suave, rápido y ágil a la vez.
La magia está en la tecnología aplicada para hacer el andar lo más suave posible. El sistema de control de suspensión Planar tiene un control activo sobre la mayoría de los elementos que componen la articulación de los brazos para soportar las ruedas, incluyendo sistemas que desacoplan y acoplan automáticamente las barras estabilizadoras para evitar que se trasnmitan golpes por baches a la carrocería en línea recta, o un control permanente sobre la variabilidad de dureza de respuesta de los amortiguadores.
Por fuera, el estilo del Spectre es una clara evolución del diseño que ha mantenido Rolls-Royce con los años. Incorpora luces led al frente en los DRL com oen el foco principal, y tiene la parrilla más ancha jamás montada en un auto de la marca (a pesar que al ser eléctrico, realmente no la necesita). Al tope se encuentra la estatuilla del Espíritu del Éxtasis, levemente rediseñada para tener una forma más aerodinámica.
Al entrar al auto mantiene las puertas suicidas, y pantallas dominan el tablero, a pesar que emulan relojes análogos en el panel de instrumentos, junto al reloj de perillas insertado en el panel, un clásico de Rolls-Royce. La cantidad de equipamiento y selección de materiales (desde cuero «común y silvestre» hasta incrustaciones de joyas) es una lista interminable, como lo hace generalmente la marca, que hace la selección y perssonalización de estos autos al momento de compra un trabajo mucho más largo de lo que parece.
