Al igual que los Dodge Hellcat, e incluso que el Bugatti Veyron, los modelos S90, V90 y XC90 de Volvo también vienen con una llave extra, de un llamativo color rojo, que permite cambiar el comportamiento del vehículo.
Pero recordemos que es un Volvo, así que a diferencia de los Hellcat o el Veyron, no es para desatar toda la potencia del motor, sino que al contrario, es para hacerlo más seguro al restringir su funcionamiento. Esto lo hicieron pensando en que el vehículo sea usado por valets de estacionamiento, cuando lo lleves a reparaciones, e incluso si se lo vas a prestar a tus hijos.
Con la llave roja puesta, la velocidad máxima del vehículo se limita a los 120 km/h, disminuye el volumen del equipo de sonido, y reconfigura el sistema de Control Crucero Adaptativo, para mantener una distancia mínima mayor con le vehículo de adelante. Además activa todos los sistemas de seguridad y alarmas, para evitar cualquier intento de manejo más agresivo del vehículo, y tener un concierto de alertas al interior.
