Esta semana nos colocamos a los mandos de un modelo bastante exitoso en nuestro mercado, el que hace pocas semanas estreno un nuevo e inédito motor de ciclo diésel, el primero en configuración bóxer, tradicional de la marca japonesa. Y estamos hablando del nuevo Subaru XV diésel, gentileza de Indumotora y su marca Subaru.
El XV llega a nuestro país con dos motores a gasolina, uno de 1.6 litros y otro de 2.0 litros, al que se suma este nuevo motor que ya había sido lanzado en el Outback hace algunos meses. Se acopla a una transmisión manual de seis velocidades, y llega con un acabado base.
SUBARU XV PRECIOS SEPTIEMBRE DE 2015 (modelos 2016):
- Subaru XV 1.6 AWD 5MT: CLP $12.990.000
- Subaru XV 2.0 AWD 6MT: CLP $14.390.000
- Subaru XV 2.0 AWD CVT: CLP $15.190.000
- Subaru XV 2.0 AWD CVT DYNAMIC: CLP $15.990.000
- Subaru XV 2.0 AWD CVT LIMITED: CLP $17.090.000
- Subaru XV 2.0 Diésel AWD 6MT: CLP $16.290.000 (nuestro test)
Tengo que decir antes de comenzar el test, que hace mucho tiempo que estaba esperando poder probar este modelo, el que había sido mostrado por la marca hace ya 3 años en el último salón del automóvil, y el que a mi parecer, era la opción más equilibrada para el modelo, ya que mejora el empuje por el gran torque disponible y además por ofrecer un consumo de combustible muy contenido. Veamos que pasará con mi opinión luego de manejarlo por unos días.
MANTIENE EL DISEÑO
Partiendo por su exterior, podemos decir que se mantiene el muy equilibrado y bien atractivo diseño, el que entrega una buena mezcla de robustez de SUV, deportividad y sensación de calidad. El color además de la unidad probada es muy llamativo y emblemático del modelo, por lo que resulta interesante probarlo en este color naranjo. Sus dimensiones exteriores son bastante compactas, con un largo de 4.450 mm, un ancho de 1.780 mm, un alto de 1.570 mm y una distancia entre ejes de 2.635 mm. La altura al suelo es bien generosa con 220 mm. Por último, el peso en orden de marcha es de 1.450 kg.
Su frontal es presidido por una máscara hexagonal de bordes cromados, con una banda central que deja ver su emblema con las 6 estrellas en fondo azul. Los focos principales tienen un lindo diseño, que tiene separadas las luces bajas y altas, ambas halógenas. El xenón y lava focos a presión quedan reservados a las dos versiones más equipadas de gasolina. Los neblineros son de serie y hacen además la función de luz diurna. La parte central baja, es completamente negra, la que entregará una muy buena resistencia en caso de circular por terrenos agrestes. Estas mismas protecciones de plástico negro, recorren toda la parte baja de la carrocería.
La línea lateral destaca a sus lindas llantas de 17 pulgadas, de color negro opaco con aluminio, las que tienen 5 rayos gruesos, que se dividen al llegar a sus extremos. Estas llantas son las mismas en todas las versiones, y se han convertido en una seña de identidad del modelo desde que se lanzó. El resto de los detalles incluyen señalizadores en los retrovisores, y una zona vidriada con forma semi circular. En esta versión, no hay barras longitudinales porta equipajes, un detalle que comparte con la versión de entrada con motor 1.6, y que personalmente pienso que le resta bastante en look y versatilidad.
La parte trasera, es igualmente estilizada, con un portalón inclinado, un pequeño alerón superior y un muy robusto parachoques trasero. Este incorpora en sus extremos laterales dos protecciones de color negro, y al centro una parte que simula ser un difusor de aire. Los focos traseros no son de gran tamaño, ni tampoco incluyen tecnología LED, algo que si tenía la generación anterior del XV. Sobre su equipamiento exterior, ya dijimos que quedo al debe en las barras porta equipajes, al igual que una cámara de retroceso, ya que la marca no suele utilizar los sensores de retroceso.
UN INTERIOR CASI IGUAL
Su interior si es bien atractivo, y mantiene una estilizada línea aunque ya tenga varios años encima. El volante de tres rayos, está forrado en cuero e incorpora los controles de la velocidad de crucero, sistema multimedia y bluetooth. Su tacto es agradable y tiene un diámetro justo. Tras este, vemos un tablero de instrumentos bastante simple, con un gran tacómetro a la izquierda y un velocímetro a la derecha, con una pequeña pantalla central que nos indica los odómetros parciales y totales, junto con el nivel de combustible. Se extraña un medidor de la temperatura del refrigerante, donde solo tendremos un aviso cuando esta frío o a muy alta temperatura.
En el centro del tablero, veremos en la parte alta un pequeño computador a bordo, que nos muestra la hora, temperatura exterior y consumo. En las versiones más equipadas, aquí va una pantalla mucho más grande, donde se visualiza la cámara de retroceso en caso de incluirla. Más abajo encontraremos el sistema multimedia con pantalla táctil, de 6.2 pulgadas. Este cuenta con una entrada auxiliar, una USB, CD, MP3 y radio, además de conectividad y manos libres por bluetooth. Bajo esto, se encuentran los controles del climatizador. Hay bastantes lugares porta objetos, y de buen tamaño, lo que se agradece para tener ordenadas las cosas que llevemos sueltas.
Como equipamiento de seguridad, encontramos que este si es completo y de serie en todas las versiones, incluyendo desde su Symmetrical AWD, control electrónico de estabilidad, frenos ABS con EBD, asistencia de frenado, airbags frontales, laterales y de cortina, inmovilizador de motor, anclajes Isofix, Hill start assist, cinturones de 3 puntas y apoya cabezas en todas las plazas. Aquí si podemos decir que destaca frente a muchos de sus competidores, ya que no deja este apartado al azar, ni solo a versiones equipadas.
Su motor es un cuatro cilindros de disposición opuesta (bóxer), que tiene 2.0 litros, una compresión de 15.2:1 e inyección directa por riel común, turbo e intercooler, entrega una potencia de 148 hp a 3.600 rpm y un excelente torque de 35.7 kg/m entre las 1.600 y las 2.800 rpm. Se acopla a una transmisión manual de 6 velocidades, y un sistema Symmetrical AWD por acople viscoso en su diferencial. Su dirección es asistida eléctricamente, una suspensión independiente en las 4 ruedas, delantera del tipo McPherson y trasera de doble bandeja, frenos de disco en las 4 ruedas y un juego de neumáticos en medida 225/55 R17. Su estanque de combustible tiene una capacidad de 60 litros.
UN DIESEL DE GRAN SUAVIDAD
Y es momento de comenzar a disfrutarlo. Lo primero que observamos es la gran suavidad de este motor. Es verdad que los motores diésel de última generación han disminuido mucho su rumorosidad, pero este Boxer está especialmente logrado. No tiene nada de aspereza ni vibraciones molestas, y tiene un andar suave. El encendido es con llave en esta versión y solo notaremos que se trata de un diésel por el tacómetro ya que tiene la zona roja a las 5.000 rpm.
Colocamos la primera y empezamos a movernos por la ciudad. Esta versión viene con un muy útil sistema de asistente de partida en pendientes, el que permite sacar el pie del freno y pasarlo al embrague sin que se mueva, ya que mantiene frenado por unos 3 segundos. Esto ayuda a compensar la falta de torque que tiene el motor al ralentí, algo común en los motores diésel. Ya sobre las 1.500 rpm, el motor comienza a empujar con mucha decisión, ya que el torque máximo está disponible desde las 1.600 rpm. Incluso se siente muy fuerte cuando llega todo este torque de una, lo que hace que si buscamos acelerar, pasemos las primeras dos o tres marchas muy rápido.
El manejo en ciudad es muy agradable, debido a la excelente posición de manejo, buena visibilidad, buen empuje (sobre las 1.500 rpm) y precisa caja de cambio. Los recorridos son bastante cortos, y se siente un agradable feeling de manejarla. Siempre hay que buscar no acelerar mucho a bajas rpm en cambios largos, porque no tendremos la respuesta que nos entrega sobre las mencionadas 1.500 rpm. La suspensión es realmente una delicia, ya que copia casi cualquier cosa, con una gran suavidad y aplomo, no pareciendo que manejamos un pequeño SUV con una altura al suelo de 220 mm.
Para las maniobras de estacionamiento, extrañamos alguna ayuda como la cámara trasera, que serviría ya que la visibilidad no acompaña en todas las maniobras hacia atrás. Por lo menos, gracias a la buena altura y ángulos característicos, no tendremos problemas para entradas de edificio, subirnos a alguna vereda o hasta superar pequeños obstáculos. Los neumáticos de perfil 55, también son ayudarán a cuidar las llantas de rayones al estacionar. La dirección y frenos responden de muy buena manera, con buen tacto de la primera y buena capacidad de frenado de los segundos.
En recorridos por autopistas, se siente un agrado total, ya que la buena respuesta del motor permite circular en marchas largas y con una excelente reserva de torque. No tiene ruidos aerodinámicos ni de marcha y la estabilidad y suavidad de su suspensión siguen estando a un nivel realmente alto. El sistema de sonido cumple bien, aunque no entrega un sonido sobresaliente, pero permite reproducir música desde un pendrive, entrada auxiliar, bluetooth, y desplegando la información en su pantalla a color de 6.2”.
Su habitáculo es muy amplio en el sector de los pasajeros, con un excelente espacio adelante y atrás, mucho mejor del que la mayoría se imaginaría desde su exterior, con un espacio para las piernas y hasta el techo que permiten acomodar hasta personas de altura superior al metro ochenta. Lo único que se ve disminuido con esta configuración es su maletero, el que sin ser pequeño, no llega a los volúmenes de sus competidores, ni por altura ni por profundidad. Esto se debe a que cuenta con un neumático de repuesto de tamaño completo, no de igual medida a los originales, pero intermedio entre estos y los neumáticos de emergencia que equipan otros automóviles.
Tuvimos la oportunidad además de probar este modelo en un camino muy deteriorado, con barro, piedras y pendientes fuertes. La verdad es que nos sorprendió gratamente ver como la altura disponible hace que no raspe sus bajos, ni que haga mayores topes, siempre teniendo en cuenta que por su configuración independiente, el recorrido no es muy amplio. La tracción es realmente buena, y cuando llegamos a algún límite de su sistema Symmetrical AWD, aun tenemos la ayuda del control de tracción y estabilidad. Probablemente sea capaz de llegar mucho más lejos de lo que sus dueños busquen.
Otra de las ventajas de este nuevo motor, fuera de la mejor respuesta, es que su consumo es digno de un diésel. Entrega un consumo homologado de 14.9 km/l en ciudad y de hasta 21.7 km/l en carretera, siempre según las mediciones del 3CV. Nosotros logramos un promedio cercano a los 15 km/l en nuestra prueba, con bastante ciudad y autopistas, pero sin cuidar en exceso el consumo, diría que todo lo contrario. Con este consumo, tendremos en mejores condiciones y preocupándonos de cuidar el pie derecho, sobre los 1.000 kms de autonomía en carretera, algo realmente soñado para un Subaru, y que además se llena con combustible a menos de 550 pesos el litro.
Buscándole los puntos bajos, fuera de lo ya comentado del espacio del maletero, creo que podría ofrecerse un mejor equipamiento de serie, aunque fuera una segunda versión más equipada, se agradecería contar con las barras de techo, luces de xenón, sunroof, cámara de retroceso, pantalla multifunción, acceso sin llave, por mencionar algunas de las cosas disponibles en las versiones Dynamic o Limited. Probablemente subiría el precio, pero viendo como han subido muchos de sus competidores en sus versiones diésel, no sería una locura pensarlo.
Como conclusión, nos encontramos con una excelente versión del XV, que ofrece un buen consumo y respuesta, buen equipamiento y un precio no tan elevado. Solo podría mejorar en algunos apartados, pero ya sabemos de seguro que el que lo compre no se arrepentirá.
