Fotografías gentileza de nuestro fotógrafo profesional Patricio Saavedra
Hay modelos emblemáticos para algunas marcas porque han marcado un hito en su historia, como el caso del que nos acompaña en el test de esta semana. Se trata del nuevo Subaru WRX 2014, renovado por completo, y que llega acompañado de muchas novedades, entre las que se cuentan por primera vez en nuestro país, la opción de una caja automática CVT.
Para la historia de Subaru, hay momentos y modelos que han marcado hitos muy importantes. Comenzó como una marca que se dedicaba a fabricar autos pequeños y compactos, donde introdujo por primera vez la tracción en las 4 ruedas. Luego llego su primer modelo más masivo y que fue de hecho muy famoso en su época en Chile, el Legacy. Hasta que llego el modelo debajo de este, allá por el año 1993 aproximadamente, el Impreza que se lucia por esos años en un campeonato mundial de rallies con su versión WRX.
Pero ya estamos en la cuarta generación del Impreza y debido al éxito comercial de su versión deportiva, esta se convirtió en un modelo independiente, que se llama WRX. Llega a nuestro país completamente renovado, en dos versiones que incorporan un nuevo motor boxer de 2.0 litros, denominado FA20 DIT, derivado del que utiliza el BRZ, pero con turbocargador, y acoplado a dos opciones de transmisión y siempre ligado a su sistema Symetrical AWD.
El precio de la versión probada es de CLP $18.990.000, incluido su completo equipamiento y su nueva caja CVT Lineartronic, lo que lo posiciona de manera muy competitiva frente a otras opciones similares, aunque no tenga un competidor directo por el precio.
Partamos con su diseño. Mucho se hablo de lo hermoso que fue su versión conceptual y de que esto no se transfirió a su versión de calle, pero a decir verdad, el diseño es bien controversial. No porque sea muy arriesgado, claro, que como de costumbre en la marca es bastante conservador, sino porque hay opiniones bien dispares de su exterior. Personalmente me parece un auto muy bonito, bien logrado, elegante y que se ve muy moderno. Y a otros les puede parecer feo, aburrido o sin estilo deportivo.
Sus formas son las de un clásico sedan de 4 puertas, en donde comienza un largo capot, seguido de un parabrisas bastante inclinado y terminando con un tercer volumen para su maletero. Sus dimensiones han crecido y alcanza un largo de 4.595 mm, un ancho de 1.795 mm y un alto de 1.475 mm, con una distancia entre ejes de 2.650 mm. Su distancia mínima al suelo es de unos buenos 135 mm y el peso de esta versión alcanza los 1.529 kg.
Su frontal incorpora dos grandes focos con un detalle LED que rodea sus luces principales, pero que curiosamente no son sus luces diurnas, tarea que le corresponde a un segundo luego de luces que incorporan los neblineros delanteros. Cuenta con luces de Xenón solamente para las luces bajas y halógenas en las luces altas, con lavafaros de alta presión.
Cuenta con una gran toma de aire central, donde se aloja el logotipo con las constelaciones de la marca en azul y una malla de panal de abeja de diseño deportivo. Por supuesto que no podía faltar en su capot la clásica toma de aire presente en casi todos los modelos turbo de la marca, que en esta generación es menos prominente en altura, y más inserta en las formas de su capot. Este se comunica con un amplio parabrisas delantero, el que está bastante inclinado pensando en mejorar el coeficiente aerodinámico.
Su lateral nos muestra unas formas musculosas, pero mucho más elegantes que la versión anterior, donde parecía que el automóvil había tomado esteroides en exceso. Sus llantas de color grafito, también aportan elegancia al conjunto, y que gracias a los enormes pasos de rueda, parece que fueran de aro menor, y no demuestran que sean de 17 pulgadas.
Terminando con la línea del auto, su parte posterior nos muestra un maletero que se ve muy comunicado con la cabina, el que se ve más corto y elegante que antes, con una luneta trasera que baja y termina en la tapa del maletero. Un pequeño y elegante alerón posterior termina la línea de manera deportiva, pero no vistosa ni exagerada (para eso está su hermano mayor, el STI). Sus focos traseros se funden con su lateral, y sin ser muy grandes, tienen un diseño bonito y elegante. Lo que si recuerda que estamos frente a un modelo muy deportivo son sus 4 salidas de escape y su difusor de aire trasero.
Ya abriendo su interior, vemos como el diseño sigue la línea de todos sus últimos modelos, compartiendo gran parte de los elementos con su hermano XV. Y esto es algo muy bueno, ya que si de algo podía criticarse al interior del WRX de la generación anterior, era de su poca personalidad, pobres materiales y falta de tecnología aplicada a conductor. Todo eso ya quedo atrás y nos encontramos frente a un auto mucho mejor terminado, con mucho equipamiento y mayor seguridad.
Su tablero nos muestra dos grandes relojes, un tacómetro a la izquierda con el medidor de temperatura de agua, y un velocímetro a la derecha, con el medidor de nivel de combustible. Entre ellos hay una pantalla multifunción que nos entrega mucha información útil, como velocidad, en que modo nos encontramos del SI-Drive, medidor de consumo y en cual cambio estamos. Su volante multifunción nos permite manejar el sistema de multimedia, su velocidad de crucero, el computador a bordo, los modos del sistema SI-Drive, la caja de cambio gracias a sus paddle shift, con una hermosa terminación de cuero negro, costuras rojas, una base plana y un muy buen grip.
Su consola central está presidida por sistema multimedia Parrot con una pantalla touch y múltiples funciones, donde destacan el navegador por GPS, acceso a internet cuando se acopla a un smartphone, bluetooth, tienda de aplicaciones, entre otras. Su manejo es muy intuitivo y gracias a sus controles en el volante, nos permiten manejar las cosas más importantes desde ahí. Su sonido es bastante bueno y que nos permite reproducir desde diversas fuentes.
Arriba de este, se encuentra una pantalla en donde muestra a su lado izquierdo el estado del sistema de climatizador, y al derecho de mayor tamaño, muestra diversas opciones de información de automóvil, donde quizás el más entretenido, es el de presión de turbo. También nos muestra la cámara de retroceso, información de consumo, de tracción de sus ruedas, y otros más para poder entretenernos al manejar.
El equipamiento de confort es muy elevado, superior a lo que nos tenia acostumbrado en las generaciones pasadas, incluyendo asientos de cuero (ahora los delanteros con apoya cabezas independientes), sistema de smart key con acceso sin llave y botón de encendido, sunroof eléctrico, volante regulable en altura y profundidad, espejos abatibles eléctricamente, pedales de aluminio, como cosas más destacadas. Quizás falto el climatizador de dos zonas o los asientos calefaccionados (ahora que con más frío, el cuero es menos acogedor), pero en general el equipamiento es muy completo.
Su equipamiento de seguridad es también muy completo, incluyendo de serie 7 airbags (doble frontal, doble lateral delantero, de cortina para ambas filas y de rodilla para el conductor), inmobilizador, frenos ABS con EBD, discos en las 4 ruedas y control de estabilidad. Hay que recordar que Subaru siempre ha destacado en las pruebas de choque, posicionándose en los primeros lugares en seguridad. Solo extrañamos los sensores de estacionamiento, que aunque cuenta con cámara trasera, se agradecería el apoyo de sensores traseros y delanteros para cuidar más de posibles raspones.
Ya finalmente llegando a su mecánica, incorpora un nuevo motor de arquitectura Boxer como es tradicional en la marca, de 4 cilindros opuestos, 2.0 litros (500 cc menos que la generación anterior), inyección directa y turbo compresor, que alcanza los 268 hp a 5.600 rpm y un torque de 350 nm entre las 2.400 y las 5.200 rpm. Se acopla a una caja de cambios automática CVT Lineartronic, que según el modo tiene 6 (modo Inteligent o Sport) u 8 velocidades (sport sharp) con cambios en el volante.
Su consumo mejora bastante al de la generación anterior, con un mixto homologado de 11.8 km/l, mejorando los 9.6 km/l del anterior, con un rendimiento en ciudad de 8.4 km/l y de 14.9 km/l en carretera. Probablemente estos consumos homologados sean en condiciones que difícilmente practiquen la mayor parte de sus dueños, pero si es muy evidente que al manejarlo de manera tranquila, es un auto muy eficiente y que manejado de manera deportiva, tampoco es extremadamente gastador. A nosotros nos entrego un promedio en ciudad y manejo agresivo de 6.8 km/l, y en condicione similares la generación anterior rondaba los 5 km/l.
Su suspensión se compone por un sistema delantero independiente tipo McPherson y trasero de doble brazo oscilante, con un reglaje muy bien regulado entre deportividad y confort, siendo bastante más confortable que la generación anterior, sin perder su efectividad. Otro punto a destacar es su dirección de piñon y cremallera con asistencia eléctrica, la que es una de las mejores que hemos podido probar. Tiene un tacto que comunica claramente que pasa por abajo de las ruedas, es suave o firme según como estemos conduciendo y nos permite llevar el auto de muy buena manera.
Por último, sus frenos de disco en las 4 ruedas, ventilados los delanteros, cumplen a cabalidad su función, con una potencia de frenado muy alta, buena resistencia al calentamiento y sin producir movimientos parásitos al frenar con decisión.
Ahora llega el momento de manejar y luego de encender el motor a través de un botón, apreciamos un detalle claro y que nos reafirma que este nuevo WRX busca entrar en otros segmentos, y es que su motor apenas se escucha. Atrás queda el ronco sonido típico boxer que emanaba de sus 4 escapes en la generación anterior, que si nos encontrábamos en un estacionamiento cerrado, activaba sin duda más de alguna alarma.
Colocamos el cambio en D, modo Inteligent del SI-Drive y comenzamos a movernos. El silencio y la suavidad son las principales características. El motor no parece querer subir mucho de rpm y si no aceleramos mucho, tampoco lo necesita. Hasta aquí, podría pasar por un XV o un Impreza común, siempre que no aceleremos mucho. Casi no llega sonido del motor, su cabina está muy bien insonorizada y lo que ocurre bajo nuestro apenas se transmite al habitáculo.
Pero bueno, tampoco nos engañemos, ya que la tentación de colocar el modo Sport y acelerar son mayores y aquí es cuando recordamos el origen de este modelo, un origen que nació como una versión de calle de un automóvil de rally. Basta acelerar a fondo para sentir como los 268 hp empujan y nos pegar al asiento. Pero curiosamente, ya no es tan bruco como antes. Quizás parte de esta suavidad pase por su caja de cambios o porque ya no escuchamos el motor como antes.
Si nos metemos a la autopista, nuevamente la tentación de acelerar es superior y podemos ver que se trata de un auto pensado para ir rápido, que es muy estable, entrega una sensación de seguridad muy alta, que parece que fuera sobre rieles por como dobla, frena y absorbe las irregularidades del camino. La aislación del viento también ha mejorado, y si no estamos atentos al velocímetro, es tremendamente fácil encontrarnos circulando muy por sobre las velocidades máximas legales.
Como se trata de un auto con orígenes en la competición de rallies, nos dirigimos a un camino secundario no pavimentado, para probar su comportamiento, y realmente nos sorprendió lo bien que se maneja. Absorbe las imperfecciones como si estuviera en un camino pavimentado, siempre y cuando no sean de gran tamaño. Su suspensión está realmente bien calibrada y su compromiso es casi perfecto entre confort y efectividad.
Por último, nos fuimos a un camino con curvas a exigirlo, y nuevamente nos respondió de manera ejemplar, sin balanceos exagerados, con una muy buena tracción en curvas cerradas, frenos a la altura, estabilidad en curvas más rápidas y sobre todo, la sensación de que podríamos haber pasado a una mayor velocidad de manera segura. Es un auto que puede ser peligroso en malas manos, ya que es engañador hasta su límite, que generalmente lo coloca más la física y las aptitudes de su conductor que sus características.
Buscándole los puntos bajos, personalmente me pareció que algo que puede ser positivo en un manejo tranquilo del día a día, como es su bajo sonido de motor, se vuelve menos emocionante al acelerarlo a fondo, pues perdió su hermoso sonido cuando lo exigíamos. No me gusto su sonido en altas rpm´s, y que no pega a mi gusto con su carácter deportivo. Otro punto que extrañe fue un sistema más eficiente de bi-xenón en sus luces, que si bien no son malas, serían mejor aun y se agradecería en caminos muy oscuros y que probablemente recorreremos a alta velocidad.
Como conclusión, debo decir que se trata de un auto que independiente de si guste o no estéticamente, convence a todos luego de manejarlo. Es un auto que realmente se disfruta en un manejo tranquilo o en un manejo al límite. Que tiene un muy buen espacio interior, buenas terminaciones, muy alta seguridad, un consumo razonable y sobre todo, un precio muy competitivo. Ahora es un auto que puede competir en otros segmentos y ser una opción para otro tipo de cliente, que antiguamente no se habría subido a un WRX.
