Comenzar una prueba con un título como el anterior es bastante ambicioso, y es que la misma marca japonesa Subaru ha querido lanzar este emblemático modelo con ese eslogan. Y la verdad es que a medida que avancemos en la prueba veremos que hay mucho de cierto en esto.
La prueba la realizamos gracias a Subaru Chile, representada en nuestro país por Indumotora, los que nos facilitaron una flamante unidad de la nueva Outback, en su versión tope de gama, que incorpora un motor de 6 cilindros opuestos y 3.6 litros, junto con el equipamiento más completo de la gama.
SUBARU OUTBACK PRECIOS MARZO DE 2015:
- Outback 2.5i AWD CVT PREMIUM (NAV): CLP $19.790.000
- Outback 2.5i AWD CVT Limited (NAV): CLP $20.490.000
- Outback 3.6R-S AWD CVT H/K (NAV): CLP $20.990.000 (nuestro test)
CONOCE LAS VERSIONES:
- ALL NEW OUTBACK 2.5i
• Dimensiones: L x An x Al: 4.815 x 1.840 x 1.675 mm.
• Motor: Horizontalmente opuesto, 4 cilindros, DOHC de 16 válvulas a gasolina.
• Cilindrada: 2.498 cc.
• Potencia máxima: 129 KW (175 CV)/ 5.800 rpm.
• Torque máximo: 235 Nm (24,0 Kgfm)/ 4.000 rpm.
• Transmisión: Lineartronic AWD.
- ALL NEW OUTBACK 3.6R
• Dimensiones: L x An x Al: 4.815 x 1.840 x 1.675 mm.
• Motor: Horizontalmente opuesto, 6 cilindros, DOHC de 24 válvulas a gasolina.
• Cilindrada: 3.630 cc.
• Potencia máxima: 191 KW (260 CV)/ 6.000 rpm.
• Torque máximo: 350 Nm (35,7 Kgfm)/ 4.400 rpm.
• Transmisión: Lineartronic AWD.
Para los que no conocen al modelo Outback, se trata del crossover basado en el Legacy, que ya aterriza en su quinta generación, desde que comenzó su andar por allá por el año 1996, arribando a Chile como un competidor de los grandes SUV y todo terreno familiares. Su original concepto fue rápidamente imitado por otras marcas, pero como buen pionero, siempre ha destacado frente a su competencia.
Incluso recuerdo la campaña de lanzamiento en su época, donde comparaba sus ventajas frente a dos de los más reconocidos SUV de esos años, como era un Ford Explorer y una Chevrolet Blazer, en donde se mostraba su superioridad en estabilidad, capacidad de carga y distancia sobre el suelo.
LA HISTORIA DEL OUTBACK
Su receta básica era la de ofrecer el espacio interior, maniobrabilidad, economía y seguridad de un automóvil de pasajeros, pero con la versatilidad de un SUV. Para esto, la marca japonesa partió de una excelente base como era un station wagon como el Legacy, con su tracción AWD, buen espacio y seguridad, pero aumentando la altura al suelo, reforzando algunos componentes y sobretodo, dándole un look más campero.
El resultado fue un modelo que desde ese momento ha tenido una gran aceptación en el mercado, y que ha cumplido las expectativas de sus dueños. Pero ya han pasado casi 20 años desde su primera entrega y no era de esperarse que esta quinta generación incorpore muchas novedades para poder cumplir el ambicioso mensaje de la marca: El mejor Outback de la historia.
LÍNEAS HEXAGONALES
Bueno, partamos como siempre y vayamos de a poco. Lo primero que podemos decir es que el diseño fue un apartado un poco al debe en la generación anterior (2009-2014), ya que no lograba gustar a todos. Personalmente a mí nunca me termino de gustar ni menos dejar de pensar en la generación anterior a esa, que si era de un diseño realmente bonita.
Por suerte esta nueva entrega ha mejorado este aspecto, logrando una mezcla muy buena entre deportividad y robustez. Su frontal tiene una máscara de forma hexagonal, con dos grupos ópticos muy bien logrados, con un “arco” de tecnología LED que agrupa sus luces bajas de xenón y altas halógenas, pero que curiosamente solo funcionan cuando se encienden las luces, no siendo como se esperaría de conducción diurna. Esto además le daría un carácter especial.
Bajo estos, encontramos dos grandes neblineros, característicos del modelo, y que se rodean de un embellecedor de parachoques de plástico, que le dan mayor durabilidad y que adelante al centro tiene un detalle símil a una protección de aluminio. Su capot tiene dos nervios que comienzan desde su máscara y que le dan mayor fluidez al frontal.
Su lateral esta prescindido por unas muy bonitas llantas de 18 pulgadas, de diseño de aluminio pulido con un interior oscuro, que le da un contraste y recuerda algo a las del XV. Calzan neumáticos 225/60, que permiten mantener un muy buen nivel de absorción y confort, pero a la vez manteniendo un excelente agarre. Sus dimensiones exteriores son bastante mayores de lo que parecen, con un largo de 4.815 mm, ancho de 1.840 mm y un alto de 1.675 mm.
La zona vidriada se ve muy amplia, donde destacan los espacios para las plazas delanteras y traseras, mientras que terminan en un pilar D que sigue un diseño más deportivo y no tan cuadrado como antes. En la parte superior, se puede ver dos grandes barras longitudinales de plástico, que refuerzan la sensación de robustez y que a la vez, esconden dos barras transversales abatibles y de muy fácil anclaje, que se guardan y no producen ruido mientras no se necesiten.
Por último, su parte trasera mezcla zonas de plástico y aluminio, sin los escapes a la vista, algo que más adelante volveremos a mencionar. Los grupos ópticos son bien conseguidos, con tecnología LED, partiendo en su lateral y siguiendo en el portalón trasero. Por último, un discreto alerón superior cierra un conjunto muy agradable y que claramente destaca por sobre su anterior generación, que personalmente encuentro era el punto menos logrado.
Como equipamiento destacable, podemos mencionar además de lo ya comentado, embellecedores laterales con la inscripción Outback, lavafocos delanteros, espejos retrovisores con señalizadores, biseles cromados alrededor de los neblineros delanteros, cámara de retroceso, portalón trasero de apertura eléctrica, como principales. Dentro de las cosas que se extrañan podemos mencionar los sensores de proximidad delanteros y traseros, luces de Bi-xenón (solo hay xenón en bajas), vidrios tinteados de privacidad (esto es de gusto personal) y un juego de escapes deportivos a la vista.
UN INTERIOR MÁS TECNOLÓGICO
Ingresando a su interior, vemos como si ha progresado el diseño y sobre todo, la inclusión de tecnología de la marca de manera original, y con esto nos referimos a un muy bien logrado sistema Subaru Infotainment. El diseño recuerda a sus hermanos de marca, pero claramente con acabados y equipamiento más Premium.
Comenzando por el tablero de instrumentos, este tiene un tacómetro al lado izquierdo con un medidor de temperatura de refrigerante, y a la derecha el velocímetro junto con el indicador de nivel de combustible. Entre estos dos, encontramos una pantalla a color que nos muestra información del computador a bordo, cambio en que vamos, y muchas cosas más, justo al alcance de la vista. El volante multifunción permite controlar desde la radio, el control de velocidad de crucero, computador a bordo, manos libres bluetooth y el sistema de control de modos de manejo SI-Drive.
La puerta agrupa los controles de los alzavidrios eléctricos, cierre centralizado, espejos eléctricos y comando para abatirlos, junto con dos memorias para los ajustes del asiendo eléctrico del conductor. Los materiales como buen modelo de la marca, son buenos y con un ajuste excelente, dando la impresión de que van a durar mucho tiempo así.
La consola central nos muestra una interesante pantalla multifunción de 6.2 pulgadas, donde podremos manejar muchas funciones del automóvil y de su sistema de audio, que además ahora se nota por terminación y funcionamiento, que es original desde fabrica. Este sistema además incorpora un excelente navegador GPS, con fácil interface y buen diseño. No podemos dejar de destacar que cuenta con un sistema de sonido Harman-Kardon, que entrega una calidad de sonido muy alta, que podemos reproducir desde un dispositivo bluetooth, USB, entre otros.
Bajo la radio vemos los controles del climatizador bi-zona, que enfría muy bien como buen Subaru. Ya en el sector de la palanca de velocidades, podemos ver la caja de cambios CVT, con sus posiciones normales P-R-N-D-M, sin opción de poder manejar el modo secuencial desde aquí, sólo a través de las paletas tras el volante.
El freno de mano eléctrico se activa con un comando tras la palanca del cambio, y tiene a sus costados los controles del sistema de ayuda en partida en pendientes y de conexión del X-Mode, su sistema de manejo off-road especial.
Como equipamiento interior más destacado, podemos mencionar los asientos eléctricos de cuero, sunroof eléctrico, botón de encendido, volante forrado en cuero, pedales de aluminio, espejos de cortesía iluminados, abatimiento de asientos traseros desde el maletero, entre otros detalles interesantes.
UN SUAVE MOTOR 3.6L
Por último, si hablamos de su tren motriz, nos encontramos con un tradicional de la marca motor bóxer de 6 cilindros opuestos, que con 3.6 litros alcanza los 260 hp a 6.000 rpm y 350 nm a 4.400 rpm, acoplado a una transmisión de variación continúa Linear Tronic CVT, que ahora funciona de manera más suave y simulando bastante a un cambio tradicional de 6 velocidades.
Su sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas se compone de un sistema delantero McPherson y trasero multibrazo, que permite ofrecer una muy buena capacidad de absorción y una excelente altura libre, en torno a los 22 cm, superior a varios SUV y todo terrenos que parecen más rudos.
Cuenta con una dirección asistida eléctricamente, con muy buena calibración, frenos de disco en las 4 ruedas, y muchas ayudas a la conducción, desde sistema de ayuda en partida en pendientes, control de descenso, X-Mode para conducción off-road, control de tracción, control de estabilidad. Como sistemas de seguridad además cuenta con ABS y EBD, junto con una interesante batería de bolsas de aire, frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor.
DETALLES DE LA PRUEBA DINÁMICA
Y llegó el momento de comenzar a probarlo y el ejercicio es muy simple, solo apretar el botón, ver como cobran vida los instrumentos haciendo un chequeo completo y luego se enciende el motor de 6 cilindros opuestos. Hay que poner atención, ya que es extremadamente silencioso y suave.
Colocamos la palanca en posición D, sacamos el freno de mano, y comenzamos nuestro recorrido. Lo primero que debemos destacar es la facilidad de manejo, a los pocos minutos de llevarlo entre nuestras manos, parece que lo conocemos hace años. Igual debo decir que soy un reconocido amante de la marca, he tenido varios autos Subaru en mi vida, y a decir verdad, siempre que manejo uno recuerdo una grata sensación.
Pero volviendo a lo que es el manejo, la posición al volante se siente elevada, pero sin ser exagerada. La entrada al asiento es realmente cómoda y a la altura justa, y la sensación de control es muy buena, probablemente ayudada por el bajo centro de gravedad que nos recuerda más a un automóvil común que a un SUV.
La suspensión copia a la perfección lo que ocurre bajo nuestros pies, independiente de si es pavimento liso, con baches, tierra o lomos de toro. La primera sensación de que es un vehículo largo y con una trompa que podría tocar no es más que eso, ya que el ángulo de ataque y la altura permiten superar ramplas, subir veredas o superar lomos de toro sin ningún problema, y mucha suavidad.
El motor apenas se siente y la caja de cambios ayuda en esto, con una suavidad muy destacable, sin sentirse que patine en exceso. Si utilizamos el sistema SI-Drive en el modo I (inteligente), el manejo es suave y buscando la economía. Hay que decir que nos sorprendió el rendimiento de este conjunto, ya que era uno de los talones de Aquiles de siempre de la Outback, y que ahora incluso tratándose de un motor de 260 hp, permite acercarnos o superar los 7.5 km/l homologados en ciudad, mientras que en carretera homologa unos 14.3 km/l.
Cuando colocamos el modo S (sport) el recorrido del acelerador se acorta y la respuesta es inmediata. El consumo sube, pero si lo que buscamos es mayor respuesta, el motor entrega su potencia constante en todo el rango de revoluciones. La caja también modifica su comportamiento y se adapta a un manejo más deportivo. Y por último, nos queda el modo S#, que es cuando extraemos toda la potencia y de manera más inmediata al motor. En este modo, realmente se siente el empuje de su motor y demuestra la historia deportiva de la marca.
Lo que sí, algo que encuentro un punto negativo de cierto modo, es que aun tratándose de una versión muy potente y con espíritu deportivo, el motor apenas se escucha, lo que para algunos como yo, puede ser un punto bajo. Esto debido a que aprovechando la configuración bóxer, se podría haber explotado esto para sacar un sonido deportivo, aunque haya sido solo en modo sport, y que transmitiera mayor emoción a su conductor.
Algo similar ocurrió con el último WRX, que también perdió su carácter y sonido de motor que lo caracterizaba. Esto último es muy personal, y quizás la mayoría de sus conductores prefieran su carácter sobrio y elegante, que apenas se siente y que transmite pocas emociones.
Volviendo al manejo, su conducción en ciudad es muy cómoda, solo notando su largo de 4.815 mm en algunas maniobras en estacionamientos o giros con mucho tránsito, donde además extrañaremos los sensores mencionados anteriormente. La visibilidad es buena, por su gran zona vidriada y por los buenos ángulos de visión delanteros y traseros.
Al manejarlo por autopistas, la sensación de aislación es realmente alta, por lo que hay que preocuparse de mirar el velocímetro o de dejar fijada una velocidad con el control de crucero, ya que es muy fácil superar las velocidades máximas legales. Realmente es un devorador de kilómetros y eso se nota ya que apenas cansa de manejarlo.
Ahora nos toca llevarlo fuera de caminos, para probar sus capacidades off-road. El camino hacia la zona de pruebas es una carretera con bastantes curvas, las que demuestran el gran aplomo y sensación de estabilidad que entrega, gracias a su suspensión, reparto de pesos y distancia entre ejes. Los neumáticos se comportan también de buena manera, que con su dibujo mixto, pero más enfocado en la carretera, entregan buen agarre, casi sin ruido de rodadura y suavidad de manejo.
Por último, al llevarlo a zonas complicadas podemos apreciar a que se refiere la marca de que este modelo es el mejor Outback de toda la historia. No solo por su comportamiento en terrenos malos, sino porque hasta el momento ha mejorado el comportamiento de todas las generaciones anteriores, y sigue manteniendo y superando sus aptitudes off road.
No confundan ni crean que nos encontramos con un vehículo para todo terreno extremo, pero cuando se trata de llevarlo a un camino con baches, badenes, terrenos deslizantes, barro, nieve, arena, piedras, lo más probable es que su conductor no se dé cuenta de lo que ocurre bajo el, ya que simplemente lo supera. Y con una facilidad envidiable, una tracción soberbia y un confort elevadísimo.
Cuando hacemos el balance, y buscamos los puntos bajos, se queda en algunos faltantes de equipamiento, que ya mencionamos, en un motor que es falto de carácter en su sonido (no en empuje ni respuesta), y que sus consumos son bastante mejorables, sobre todo si los comparamos con motores de similar potencia de alguno de sus competidores que utilizan tecnologías con turbo. Para eso, habrá que esperar a la versión diésel, que si cumple en este apartado.
Pero si la pregunta es si efectivamente es el mejor Outback de la historia, sin duda. Y eso no es poco decir, cuando hablamos de un pionero de su segmento, y que al día de hoy sigue manteniéndose como referencia en varias cosas y sin elevar sus precios producto de ello, como alguno de sus competidores que ya parecen estar en otros segmentos. Para el que se aventure con la nueva Outback, le aseguramos que no se arrepentirá.
