Subaru Impreza 2.0L 154 CV CVT Limited – Toma de Contacto

por Equipo Rutamotor

Fotos: Gentileza Raúl Farías

Esta semana en Rutamotor asistimos a la presentación de la nueva generación del superventas de Subaru, el All New Impreza 2017, un modelo que fue presentado durante marzo de este año en el Salón de Nueva York. En el país lo veremos en formato sedán y hatchback con precios desde los CLP 13.990.000, todos con un motor de inyección directa de 2.0L de 154 caballos a las 6.000 RPM y cajas CVT (simula siete cambios en modo manual con los Paddle Shift).

La quinta generación del modelo emplea por primera vez la nueva plataforma completamente renovada de Arquitectura Global Subaru, que mejoró significativamente la rigidez de la carrocería y la resistencia del chasis. Se fabrica en Japón. Actualmente el Impreza compite con modelos como el Toyota Corolla, Honda Civic, Renault Fluence, Ford Focus, Mazda3, entre otros. Y para tomarnos una completa impresión de lo que es esta nueva «camada» del Impreza probamos dentro del lanzamiento de 900 kilómetros entre Santiago y la costa de la VII Región la versión full en formato sedán, es decir el Impreza 2.0L 154 CV CVT Limited (CLP $16.490.000)

SUBARU ALL NEW IMPREZA PRECIOS DICIEMBRE DE 2016:

  • Impreza 2.0L CVT XS: CLP $13.990.000
  • Impreza 2.0L CVT Dynamic: CLP $15.090.000
  • Impreza 2.0L CVT Limited: CLP $16.490.000 (nuestra toma de contacto)
  • Inpreza Sport 2.0L CVT XS: CLP $13.990.000
  • Impreza Sport 2.0L CVT Dynamic: CLP $15.090.000
  • Impreza Sport 2.0L CVT Limited: CLP $16.490.000

Detalles de su diseño

Sus dimensiones son mayores que el Impreza actual (mide 4.460 de largo, 1.775 de ancho, 1.480 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.670 mm), es decir una distancia entre ejes 25 mm mayor, un largo total de 41 mm extra y un ancho que crece en 38 mm, mientras que la altura se ha disminuyó en 15 mm Acá Subaru implementó una nueva filosofía de diseño denominada Dynamic x Solid, que se ven reflejadas en los cambios en exterior e interior, chasis y carrocería que presenta la quinta generación del Impreza. El diseño si bien es conservador y no alcanza la agresividad y deportividad del concepto mostrado el año pasado, si es más fresco y juvenil que el modelo actual. Las llantas de 17» del modelo full lo hacen lucir elegantes, pero son más atractivas las que se ofrecen para el modelo en el mercado norteamericano, claro en 18 pulgadas, no tan adecuadas para los caminos chilenos.

En su exterior presenta un look que entrega sensaciones de amplitud y también es más bajo lo que le da un mayor grado de deportividad. Adelante destaca la nueva grilla hexagonal con luces que la marca indica simulan ser unos «Ojos de Halcón» de un diseño que encontré atractivo, sobre todo por los led en diagonal en todos los ópticos (versiones full). Su máscara es el punto de inicio desde donde fluye la parte frontal, a través de los paneles de las puertas y hasta el final del auto. Por los costados tiene una línea de cintura alta, casi ascendente, llegando a una solución en la zaga más bien tradicional, recta, con formas bien marcadas que incluso lo hacen ver más voluminoso, y parecido a lo que ofrece actualmente su hermano mayor, Legacy.

Un interior mejorado

Adentro se aprecia una mucho mayor combinación de deportividad, diseño y mejoras en la materialidad que le entregan una calidad que creo lo elevan hacia lo mejor del segmento, incluso mejor a lo que hoy ofrece el recién renovado Mazda3. Sobre todo por los polímeros de la consola, cuero (con despuntes en la consola), plásticos delanteros, en los costados y puertas, todo de una excelente calidad. El resto, plásticos y revestimientos, están también a la altura.

Sobre sus dimensiones interiores, diría que están óptimas para llevar a cuatro pasajeros en todas sus dimensiones, para cinco es limitado, ya que el pasajero del centro irá incómodo al medio. Un punto muy alto son sus excelente asientos, de una calidad notable, con una suavidad del cuero, y que entregan una dureza justa para viajes largos, son esas butacas que no cansan y que todo se puede regular (y más aún cuando son eléctricas, como en esta unidad de pruebas).

Al centro veremos un display color que indica muchas más funciones que antes, este se complemente con otra pantalla superior central con las funciones del computador abordo, sistema AWD, y distintos parámetros que ningún Subaru trae. Abajo de este está otra pantalla multifuncional touch de 8 pulgadas con sistema de Infotainment, incorpora entre otras aplicaciones Apple CarPlay y Android Auto. A ello suma un sistema de audio Harman Kardon  que realmente me sorprendió por su calidad, tanto en altos como bajos, además el software es excelente, muy intuitivo, rápido y fácil de usar, y que marca la pauta de lo que presentará la firma nipona en sus nuevos modelos (el próximo será el XV durante mediados de 2017, así que atentos).

Muy buen manejo, pero le falta algo de empuje

Antes de entrar en detalle, Subaru indica que cerca del 80% de las partes del motor Bóxer FB 2.0L de inyección directa que emplea en el Impreza New Generation, fueron completamente renovadas en comparación con el motor anterior, transformándolo en una unidad más liviana que entrega «más fuerza y economía de combustible».

A nivel mecánico integra por cierto el tradicional sistema de tracción a las cuatro ruedas Symmetrical All-Wheel Drive. Por su parte, la caja de transmisión Lineatronic CVT, mejoró ampliamente la relación de marcha y peso, entregando más aceleración, performance y ahorro de combustible. Además de emplear un completo sistema de transmisión automática, posee un modo manual que simula siete velocidades para una aceleración controlada. Las sensaciones que entrega esta caja son notables (para ser una CVT), no tanto al sumar marchas, es mejor al restar cambios, ya que simula muy bien el modo manual (paddle shift) de una «tradicional».

Se siente y se maneja dinámicamente el cambio de estas cajas, es decir con una mejor mezcla de sensaciones tanto para el ahorro de combustible como para lograr un placer de conducción mejorado que antes no tenía. Cuando restamos marchas en vez de frenar con los frenos, la retención o frenaje de la caja CVT me sorprendió altamente.

Sobre su dinámica en carretera, y lo que ofrece el motor 2.0L de inyección directa, diría que es lento en la partidas, pero en las recuperaciones muestra lo mejor. Cuando vamos ya en movimiento sobre los 50 km/l anda bien, recupera mejor, pero si lo llevamos bajo de vueltas al motor Boxer le cuesta tomar empuje. Acá es donde debemos usar la caja, las paletas al volante, y revolucionarlo un poco más para lograr mejores salidas, adelantamientos o recuperaciones en carretera.

El consumo que logramos en el camino de vuelta a Santiago (desde Curanipe, a unos 440 kms de Santiago) fue de 15,1 km/l, promedio, con cinco personas adentro, más todo el equipaje. Frena bien, dobla excelente, y lo principal, tiene poca inclinación en curvas, a pesar de tener una suspensión suave. Acá ayuda y mucho la mayor rigidez de la carrocería y chasis, pasando de un 70% a un 100%. Por su parte, la incorporación de la barra estabilizadora trasera, disminuyó en un 50% el derrape del automóvil. También disminuyó 5 mm el centro de gravedad en comparación con el modelo actual, todos elemento que llevaron al alza el performance del nuevo Impreza.

En suma un sedán de una alta calidad constructiva, que mejora en todo frente al anterior modelo, sobre todo en su interior, el que ahora se eleva hacia lo mejor de su segmento. Su motor 2.0L es correcto, pero lo que más gustará es su suavidad, sobre todo para viajes largos. ¿Qué opinas?

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