El fabricante surcoreano Ssangyong se declaró hoy en bancarrota en Corea del Sur, tras no poder cumplir con el pago de un millonario préstamo para funcionar. Buena parte de la culpa la tiene (al igual que ha pasado con otras marcas) la pandemia del coronavirus, que ha afectado el funcionamiento regular de la marca, y del mercado.
En particular, se trata de un préstamo por casi 54 millones de dólares que Ssangyong debió pagar el 14 de diciembre, y que en magnitud, no es una cifra tan grande dentro del rubro, lo que habla de las dificultades por las que ha pasado la compañía. La declaración en bancarrota le permitirá a la marca poder reorganizarse de forma autónoma para cumplir con los pagos, para lo cual tendrán un nuevo plazo de 3 meses, en los que deberá llegar a un nuevo acuerdo de pagos.
El jefe de la división de Ssangyong en Inglaterra dijo que esto no afectaría el funcionamiento de la marca en otros países, ni tampoco salpicaría a Mahindra & Mahindra, compañía quien tiene el 75% de acciones de Ssangyong.
