El Octavia es el modelo más longevo y reconocible de Skoda, por lo que ha pasado a ser el símbolo de la marca. Esta semana fue presentada en un evento privado la cuarta generación del vehículo, en versiones Liftback y Combi, como una alternativa económica con aspiraciones premium, dentro de los unos segmentos cada vez más alicaídos.
Ya que está fabricado sobre la nueva versión de la plataforma modular MQB del grupo Volkswagen, podría ser considerado como un primo del nuevo Golf, sin embargo su interior, materiales y sensación en general, lo dejan más cercano a ser una versión alternativa del Audi A4 (guardando las distancias). Exteriormente es una evolución del diseño actual, que mantiene las curvas características pero mejorando su diseño para tener un aspecto más moderno. Así logra mayor cercanía con su hermano mayor, el Superb.
Por dentro se nota la cercanía con el nuevo Golf, ya que el diseño de tablero y panel de instrumentos son muy similares, además que se utilizan las mismas salidas de ventilación y sistema de infotainment. La iluminación ambiental y el equipamiento extra dan un aire de estar sobre un vehículo de segmento superior.
En cuanto a plataformas motrices, incluye por primera vez una opción híbrida enchufable, que combina un motor de 1.4 litros con un motor eléctrico para un total de 201 hp y 350 Nm, transmitidos a través de una transmisión DSG de 6 marchas, y una autonomía eléctrica de 55 kilómetros. Aparte de eso, tiene potencias desde 108 hasta 187 hp en el 2.0 TSI, hasta que llegue la variante RS, que será posiblemente muy similar al Jetta GLI.
Las transmisiones variarán entre una manual de 6 marchas, y automáticas de 6 o 7 velocidades, e incluso una versión a gas natural para algunos mercados.
